Sueños de libertad - Levi Ackerman.

34. Kenny, la leyenda - Parte I

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Kenny, la leyenda – Parte I

Cuando Levi era un pequeño niño de diez años aprendió que a Kenny, el viejo y rudo hombre que le había enseñado a robar y sobrevivir en el subterráneo, se le debía temer. No solo por las infinitas capacidades de lucha y habilidades con el cuchillo, que Levi sabía que tenía, sino que, por los comentarios de la gente del subterráneo.

Kenny era un criminal y un asesino, había matado un sinfín de policías militares y civiles, se le conocía alrededor de todo Paradis, era una leyenda viviente.

En realidad Levi nunca se imaginó que ese cínico hombre de aspecto descuidado y extraño sombrero sería un asesino, más bien pensó en él como alguien que la vida le había golpeado lo suficiente para llegar a ser esa horrenda persona, sobre todo después de hacerse vagamente cargo de él. Pero no. Cuando finalmente se enteró de la cruda realidad supo que solo tenía dos opciones, temerle, cosa que definitivamente Levi no haría, o aprender cada movimiento y pensamiento de Kenny para, algún día, enfrentarse a él y vencerlo.

Y el día había llegado.

Solo un par de minutos habían pasado desde que la soldado Ackerman había llegado por instrucciones, él sabía, desde hace un buen tiempo, que quién los seguía y acechaba probablemente podría ser Kenny, por lo que no tardo en advertir a la pelinegra esperando que trasmitiera el mensaje a su valiente Giselle Church, su mano derecha.

Levi esperaba que este pequeño grupo élite que se había formado debido a Eren Jaeger e Historia Reiss pudieran cubrirse las espaldas unos a otros, sobre todo porque ahora estaba confiando lo más preciado que tenía a unos soldados inexpertos.

No era que los creyera inútiles, porque ya habían demostrado que cada uno posee cualidades en la lucha, pero nunca se habían enfrentado a humanos, y para eso se necesitaba otra clase de pasta, una más fría y calculadora, como él.

Suspiró frustrado y se alejó, tal cual dijo, hacia la pequeña carroza que llevaba al verdadero chico titán e Historia.

-Capitán -dijo la soldado de cabello corto y rebelde que formaba parte del escuadrón de Hange.

Estaban escondidos en un tejado cercano a la carroza, la cual era detenida por un gigante grupo de ciudadanos que se habían arremolinado alrededor del callejón.

-¿Y bien? -preguntó Levi apoyando parte de su cuerpo cansado en la chimenea de piedra que sobresalía del tejado.

-El único problema es que hay mucha gente -explicó con la mirada fija en donde Eren e Historia se encontraban escondidos. -El comandante Pixis está cerca, ¿Qué hay de los dobles?

-Funcionó -dijo con pesar en su voz recordando que Giselle se encontraba lejos de él y con, posiblemente, un montón de asesinos acechando.

-No parece muy contento -intuyó la soldado.

-No... -admitió Levi sin moverse de su cómoda posición, el simplemente permaneció allí con la mirada fija en la carroza.

En el momento en que pisó el distrito de Trost, Levi tuvo la pequeña esperanza de que en realidad esa jugada se tratara de la policía militar, principalmente porque no eran unos genios y la escapada de Eren e Historia sería fácil, pero no estaba resultando como él esperaba, y tenía el leve presentimiento, y temor, de que sus sospechas fueran realidad y que Kenny estuviera al mando de la operación.

Esto lo he visto antes, pensó en su fuero interno y sintiendo como su corazón lentamente comenzaba a palpitar más fuerte.

-Nifa -llamó a la soldado de cabello rebelde. -¿Conoces a Kenny el destripador?