44. Un largo camino

1.4K 145 63
                                    


44

Un largo camino

Antes del amanecer había sido el horario propuesto para iniciar la misión primordial de la legión de reconocimiento, el recuperar la muralla María, y los soldados suicidas de Paradis ya se encontraban sobre la muralla, nerviosos y ansiosos, por lo que sería un punto final para la larga agonía del distrito de Shiganshina.

Levi y Giselle Ackerman, los últimos élite en pie se encontraban ya preparados, a un lado del gran comandante Erwin Smith quién los había designado como mano derecha, y mirando con gran sorpresa el tumulto de ciudadanos que los alentaba al pie de la muralla.

-¿Había pasado esto antes, Erwin? -preguntó Hange sorprendida al comandante, quién observaba todo con unos grandes ojos expectantes.

-Creo que nunca -musitó.

Y, de un momento a otro, levantó su único brazo en el aire y gritó con emoción alentando no tan solo a los ciudadanos, sino que también, a las grandes filas de nerviosos soldados.

Giselle Ackerman, aún con el cuerpo cansado tras su boda y el escape con Levi, sintió como un pequeño sentimiento de felicidad se instalaba en su interior, dándole no tan solo fuerzas para continuar, sino que también, esperanzas de un gran futuro.

Sostuvo la mano de Levi entre las suyas, rozando a duras penas sus dedos, y procedió a acariciar en pequeños círculos la tersa piel de su esposo. Se sentía dichosa, ahora ellos iban a luchar codo a codo por su futuro, por aquel largo camino de libertad que habían estado transitando hace años y que ahora, finalmente, tenía un final.

Pero, de un momento a otro, una pequeña voz en el fondo de su cabeza interrumpió ese hermoso e histórico momento que estaba viviendo, una pequeña y frágil voz que ya había escuchado con anterioridad.

"¿Qué harás si te captura el enemigo, Giselle?" era Camille Hook, quién interrumpía misteriosamente sus pensamientos en ese extraño momento.

Su sonrisa decayó, imperceptiblemente para todos alrededor, sin embargo decidió ignorar la voz, soltar la mano de Levi y caminar con paso fugaz hacia su blanca yegua, su compañera de batallas.

-¿Lista, muchacha? -preguntó acariciando su crin con suavidad. -Debes ser extremadamente fuerte ahora ¿entendido?

Casi como si la blanca yegua le comprendiera relinchó con fuerza levantando sus patas delanteras en el aire.

El pacto había sido sellado, la legión se encontraba lista y Giselle Ackerman estaba dispuesta, había llegado el momento.

Los grupos de soldados no se dividieron en formaciones como en expediciones anteriores, por el contrario, rodearon las murallas en grandes grupos en una horda de galope hacia la muralla maría.

Era un largo viaje de un día, más si se encontraban con titanes a su alrededor y debían luchar, exponiendo el gas y las cuchillas que llevaban preparadas para los titanes de Shiganshina. Nadie había dicho que sería fácil, y todos los soldados allí dispuestos conocían la verdad, esa era la misión más difícil a la que se había enfrentado la legión de reconocimiento.

Levi adelantó su negro caballo hasta quedar a un lado de su esposa, quién llevaba la capucha verde esmeralda sobre la cabeza y el largo cabello trenzado.

Se veía preciosa, tenía un pequeño brillo en sus ojos que le indicaba lo entusiasmada que estaba por aventurarse en esa misión, a pesar del gran riesgo al que se enfrentaban, Giselle Church, ahora Ackerman, siempre había luchado por la libertad, por la ansiada libertad de ambos, y él no la defraudaría.

Sueños de libertad - Levi Ackerman.Where stories live. Discover now