39. Propósito

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Propósito

Todo había sucedido muy rápido, en un momento la subcomandante Hange Zoe estaba comentando que finalmente Erwin Smith había salido en libertad y al siguiente minuto se encontraban en una carreta rumbo a las tierras de Rod Reiss.

Al parecer, durante esos días de ausencia de Hange, había descubierto algunas pistas pequeñas y valiosas que los llevarían al paradero de Eren. Pero el panorama no era tan alentador, si Hange estaba en lo correcto, un humano podía recibir sus poderes devorándose a otro humano portador de un titán, y eso solo podía significar una cosa.

-Debemos darnos prisa -anunció Hange con la mirada fija en el frente del camino oscuro. -O Eren será devorado.

Cuando Giselle Church finalmente logró asimilar toda la información que Hange le estaba entregando temió, porque había algo que no estaban viendo los demás, algo que le causaba un horrible escalofrío que le recorría desde la base de su cuello hasta su larga espina dorsal.

¿A quién se había devorado Eren Jaeger para obtener sus poderes?

Era una pequeña duda que se había alojado en su mente, incluso cuando lo único en lo que pensaba su equipo era en mantener con vida al chico titán. Se sentía terriblemente mal de pensar en eso, de incluso llegar a temerle a Eren, porque lo conocía, sabía que el tonto idealista era un simple chico atemorizado y herido por la traumática muerte de su madre, pero...aún así.

Se acomodo la capa oscura sobre sus hombros, ignorando por completo el pequeño temblar de sus rodillas, y suspiró.

Toda la situación la tenía en pequeño estado de ansiedad, quería terminar con la misión lo más rápido posible y poder volver a su tortuosa realidad, porque a pesar de vivir rodeada de titanes, prefería eso y mantenerse en la oscuridad de la verdad.

No quería ser cobarde, incluso se molestaba con ella misma por pensar de esa manera, el no querer descubrir la verdad y terminar con toda la situación como lo hacían sus compañeros. En realidad, ni siquiera sabia que era lo que pensaban sus compañeros, tal vez ellos solo estaban existiendo y cumpliendo ordenes como ella, tal vez no tenían un verdadero propósito como ella, porque además de servir a la legión de reconocimiento Giselle no cumplía con ningún otro propósito que le vigorizara el alma.

-¿Estas preparada? -preguntó Levi quién llevaba unos buenos minutos observando la actitud extraña de su prometida.

Ella lo observó, con su habitual mirada bondadosa de ojos grandes y azules, y sonrió, o al menos lo intentó.

Levi era su vida, de eso no cabía duda, y se sentía profundamente agradecida de que aquel hombre haya aparecido frente a ella para otorgarle las mejores experiencias que nunca pensó llegar a tener. Sin embargo, él no era su propósito, ella quería hacer algo más, algo más grande, algo que la hiciera sentir útil.

-Si -mintió. -¿y tú?

El pelinegro asintió, con su característica expresión de seriedad, y se permitió acariciar la mejilla blanquecina y helada de Giselle en medio de la gran oscuridad de la noche.

Solo se encontraban a unos pocos kilómetros de las tierras de Rod Reiss, y a unos cuantos más de la capilla, las ordenes habían sido claras. Erwin Smith enviaría a centenares de soldados de la legión de reconocimiento en su ayuda, pero el primer escuadrón en llegar sería claramente el élite de Levi, y eso lo asustaba un poco, principalmente porque sabía que el viejo odioso de Kenny el destripador estaría rondándolos, a él y a Giselle sobre todos.

Sueños de libertad - Levi Ackerman.Where stories live. Discover now