15. Bengala negra

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Bengala negra

Saliendo del establo, Eren Jaeger se encontró con sus viejos compañeros reclutas, específicamente con dos pequeños provenientes del distrito de shiganshina, Armin Arlet y Mikasa Ackerman.

Giselle se encontraba observando todo desde la distancia, principalmente porque sus sospechosos de asesinos se encontraban en ese grupo, pero, sobre todo, porque el capitán Levi le había ordenado el día de hoy mantener un ojo en Eren antes de la misión.

- ¡Eren! -dijo una chica de cabello oscuro y corto. - ¿No has pasado por cosas malas? Como que traten de investigar tu cuerpo o que traten de poner a prueba tus límites físicos.

Eren rio incomodo soltándose de su agarre.

-No me han hecho nada de eso -le aseguró.

-...Algún día hare que pague -murmuró la chica con la mirada perdida.

- ¿Estás hablando del capitán Levi? -preguntó Eren asustado.

Giselle no pudo evitar reír ante la amenaza, aún más cuando observó a un incomodo Levi en la entrada del establo, esa chica si que tenía agallas o amaba mucho a Eren para ignorar por completo la presencia del rudo capitán.

Levi bufo por lo bajo, no pretendía decir nada al grupo de mocosos que se amontonaba alrededor de Eren, ni mucho menos le diría algo a Giselle quién reía desvergonzadamente en su cara, parecía feliz y eso le tranquilizaba, porque había olvidado por completo la risa de Giselle después de la batalla en Trost.

La observó por unos segundos, la chica mantenía su guardia a unos metros de Eren, al tanto de todo lo que ocurría a su alrededor. Estaba apoyada en una de las puertas de madera del establo, acariciando deliberadamente a su yegua blanca, sus pestañeos eran lentos y con cada segundo que pasaba su risa se iba apagando.

El pelinegro intentó escuchar la conversación de Eren, con la excusa de comprender las expresiones curiosas de Giselle.

Uno de los amigos del chico titán, específicamente uno alto de cabello castaño y expresión de constipada, le mencionaba con rostro serio que un tal Marco había muerto en combate, A Levi le pareció importante, principalmente porque el rostro de Giselle se emblanqueció y apretó sus puños con rabia.

Levi debía hacer algo.

-Giselle -dijo llamando la atención de la castaña. -Acompáñame.

La chica se mantuvo en silencio unos segundos, con la mirada fija en el grupo de soldados recién graduados, murmurando cosas por lo bajo, antes de aparecer frente a Levi con su habitual expresión cariñosa y amable.

- ¿Capitán? -dijo haciendo el saludo militar. - ¿Necesita algo?

Levi simplemente le hizo una seña con la cabeza y caminó hacia el cuartel, específicamente a la entrada de las oficinas de los altos mandos, solo tenía un par de minutos antes de que la misión comenzará, necesitaba ayudar a Giselle si quería que la chica estuviera con la mente clara y activa, ella necesitaba estar a salvo.

-Levi...-dijo Giselle en un murmuro.

Giselle había adquirido la costumbre de llamarlo por su nombre de pila cuando estaban solos, sin embargo, para un efecto de respeto, frente a los demás subordinados para ella era solo capitán Levi, algo que en secreto le gustaba al pelinegro.

- ¿Qué está ocurriendo? -preguntó Levi con los brazos cruzados. -Estas distraída, no me gustan los soldados distraídos, debes estar atenta si quieres participar en esta misión.

Sueños de libertad - Levi Ackerman.Where stories live. Discover now