Sueños de libertad - Levi Ackerman.

11. "Batalla del distrito Trost - Parte 1"

11

Batalla del distrito Trost – Parte I.

Cuando un solo emisario llegó cabalgando con apariencia fantasmagórica y gritando desenfrenadamente palabras al azar hacia el pequeño grupo de soldados, Levi supo de inmediato que algo andaba mal.

La legión de reconocimiento no interrumpía en las misiones así sin más, ni mucho menos en algo tan importante como recuperar el muro María, Erwin debía estar en problemas serios si requería que todo el equipo élite se dirigiera nuevamente hacia las murallas con urgencia.

Porque Levi sabía que esto era obra de Erwin, ya había visto a ese debilucho emisario rondar en las oficinas del comandante con anterioridad.

-Los...los... -balbuceó el emisario trabándose con su propia lengua. -Capitán...lo...s

-Habla de una puta vez -dijo Levi con los brazos cruzados sobre su caballo. - ¿Qué es tan importante para que interrumpas así?

- El titán colosal y el acorazado irrumpieron en el distrito Trost, estamos siendo invadidos, ¡necesitamos refuerzos! -gritó sin tomar una pausa entre sus palabras.

- ¿Qué? -escuchó Levi que Petra murmuraba confusa a su lado.

Levi sintió como un pequeño golpe de electricidad recorría todo su cuerpo, partiendo desde su espina dorsal hasta llegar a su cabeza. Tenía rabia e impotencia, los malditos titanes habían logrado atravesar el lado sur del muro Rose, de nuevo, se estaba repitiendo la misma historia de hace cinco años, pero esta vez, el no dejaría que esos malditos monstruos ganarán, ni mucho menos que destruyeran el pequeño espacio de vida que se había hecho para él.

Sin decir más apretó con fuerza los costados de su caballo dándole la orden de avanzar, y a todo galope el escuadrón élite se dirigió nuevamente a las murallas, esta vez con la misión de salvar a la humanidad.

En ese mismo momento dentro de las murallas un gran caos se estaba gestando, el reducido número de soldados disponibles, que aún permanecían en pie, intentaban de todas las maneras acabar con el mayor número de titanes posible, sin embargo, la tarea se hacia cada vez más difícil.

Las escuadras de soldados que se habían formado deliberadamente durante el ataque estaban siendo derrotadas como pequeñas hormigas, algunas escuadras incluso habían desaparecido por completo en manos de los titanes, dejando a su paso sangre y destrucción.

El distrito completo se había transformado en minutos en un campo de batalla, ya no quedaban vestigios de la antigua ciudad de Trost que por mucho tiempo había permanecido en paz.

Los ciudadanos intentaban escapar hacia los interiores de la muralla, el tumulto de gente y sangre fresca solo atraía aún más a los gigantes de cuatro y cinco metros que rondaban la ciudad buscando su siguiente cena.

- ¡MIKASA! -gritó un soldado a la pelinegra mujer que se hacía paso hacia la puerta.

Un titán excéntrico corría a toda velocidad hacia los ciudadanos que esperaban en grandes filas poder escapar del distrito, los gritos desesperados de la gente recorrían el espacio y las murallas como eco, pedían ayuda y clemencia a un dios que no escuchaba.

Mikasa Ackerman, la mejor soldado de la nueva generación de cadetes, alcanzó el titán en segundos, y con una habilidad casi innata corto su nuca dejándolo caer a metros del grupo de personas.

-Gracias -murmuro una pequeña niña asombrada por las capacidades de la pelinegra.

Los ojos negros de Mikasa Ackerman se dirigieron con furia al comerciante, el cual cubría toda la entrada con un gran carro, el egoísmo del hombre estaba poniendo en peligro a una ciudad completa, y la chica no permitiría eso.