𝗘𝗔𝗥𝗧𝗛𝗤𝗨𝗔𝗞𝗘 ᵀᵃᵉᵏᵒᵒᵏ ᴼᵐᵉᵍᵃᵛᵉʳˢᵉ .•*¨¨*• ❀*̥

• CAPÍTULO 51 •

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Miró una vez más el boleto entre sus manos, corroborando la fecha y hora exacta. Como si de alguna forma en su ansiedad, hubiese errado en la información leída.

Suspirando y llevando sus ojos hasta donde el beta se hallaba, apreciando como este compraba un par de cafés y mientras esperaban a que los altavoces les llamasen. Para después su rostro se voltease hacia donde la línea de despegue y aterrizaje, le confirmaba el lugar en donde se hallaba.

Cada vez más cerca de ellos.

- Tenga - la voz del hombre hizo eco sobre él, provocando su rostro se alzara y le hallase con su mano estirada con el pequeño vaso caliente. Y el beta debió haber dado cuenta de su mirada de desconcierto, al estar tan ensimismado en sus ideas. Por lo que no esperó y se sentó a su lado, aún con el vaso dirigido hacia él - Es mejor beba algo caliente - Donghae le señaló pareciendo intentar restar importancia a su distante relación, pues este si bien le hablaba, su mirada distaba de prestarle atención.

- Gracias - El alfa atinó a susurrar tomando el vaso con ambas manos entre cruzando sus dedos a su alrededor. El vapor que salía desde la superficie del líquido, replicandose también desde su boca.

Era una mañana muy fría.

Su cuerpo siendo cubierto con un grueso abrigo que le mantenía sin entumecer, aun cuando su nariz y mejillas estaban enrojecidas por la baja temperatura. Sintiéndose avergonzado por la comodidad de su atuendo, temeroso a que su omega estuviese necesitando de ello.

Y de él.

Desconocía el clima del país Europeo y si bien estaba al tanto de que el pelinegro había estado habituado a resistir bajas temperaturas. También sabía el cómo este había perdido parte de esa costumbre y durante el tiempo que había permanecido en Kima alejado de su clan.

De su cultura.

No podía concebir el sólo hecho de que pudiese estar sufriendo. Pasando frío o no teniendo alimento suficiente para la gestación de su cachorro.

El omega debía estar ya a punto de culminar su embarazo, por lo que era aún más importante su cuerpo estuviese en las condiciones adecuadas para recibir al cachorrito.

Su cachorro.

Su pecho llenándose de anhelo al imaginar las características que podría heredar. Si habría de tener su cabello tan luminoso de los Kima u oscuro como la noche como los Jeonu.

Y si bien sus antepasados podrían juzgarle por su deseo de dejar a su linaje perdido en su cachorro, él ansiaba se pareciese a Jungkook. Comprendiendo el significado que aquello tenía para el Estado entero, aunque gran parte de ellos no se atreviera a asumir.

Su bebé era legado de un clan muerto. A quien habían arrebatado tierra y vida injustamente. Y él de encargaría toda la vida en honrar a ello.

- Yo quiero ir con usted - el beta había irrumpido aquel día en el jardín, donde contaba a su padre la decisión de su viaje y lo que implicaba estar alejado bastantes días de Kima.

Quizá incluso semanas.

Desconocía el paradero de Jungkook, ya que si bien Jongin había indicado la ciudad específica de París, esta no era una ciudad pequeña como Min. Habiendo estado allí sólo una vez y cuando niño, al haber acompañado a su abuelo en un viaje que tardó cerca de seis meses.

- Se mi p-petición no es oportuna y no tengo el derecho a exigirle que me lleve - Donghae señaló con la voz temblorosa, mientras sus manos empuñaban la falda de su delantal - N-No soy nada de Jungkook al fin y al cabo. Un beta sólo al servicio de su clan.