• CAPÍTULO 54 •

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Te recomiendo escuches "Landscapes" de Talos mientras lees este capítulo 💜


























Taehyung no creyó en algún momento de su vida, algo tan pequeño le haría sentir tan vulnerable. Percibiendo cómo su cuerpo no respondía y se hallaba congelado allí bajo el marco de la puerta.

Sus ojos pendientes del diminuto canastito instalado sobre la cama, agudizando sus sentidos al escuchar un leve ruidito provenir de allí.

- Él ha estado alimentándose bien, es un niño bastante hambriento - el peliplata escuchó que la mujer le dijo, no habiendo necesidad de constatar si ella pudiese tener la oportunidad de estar mientiendole. No cuando su lobo le había reconocido apenas había puesto un pie en aquella habitación y el aroma del cachorro le había llamado.

Aquel era su bebé.

Su hijo.

El ansia haciendo a su alfa olisquear cada rastro, distinguiendo como el aroma de su omega pregnaba en el ambiente y ocasionando que una leve taquicardia apareciese en su pecho.

Todo, todo era tan irreal.

Los días que habían tardado en llegar allí, apareciendo en el rastro de dolor que el cansancio había dejado. Temiendo tanto, no fuese capaz de hallar al pelinegro con vida.

Berlín era mucho más frío que París y el alfa pedía porqué la costumbre de Jungkook a las bajas temperaturas, no le hubiese abandonado. Y que en su pequeño cachorro prevaleciese la sangre Jeonu, por sobre la suya para sobrevivir a ello.

- Les vamos a encontrar - Aiko había dicho a su lado horas atrás  y mientras estacionaban momentáneamente en una gasolinera, en lo que Donghae había aprovechado bajar a la zona de servicios, para luego pudiesen continuar el largo trayecto.

Las ventanas del vehículo resintiendo la inclemencia de la lluvia, que de vez en cuando el limpia parabrisa volvía visible la imagen frente a él.

Era medio día, pero el cielo oscuro le hacía sentir era mucho más tarde. Por lo que con un largo suspiro, dio cuenta de cuán agotado se hallaba de recorrer diariamente y sin descanso, sin tener siquiera señales del  paradero de Jungkook.

- Aún no entiendo cómo ha sido que Baekhyun ha llegado hasta acá - aquello le traía con el sueño ausente, ignorante de cómo ambos omegas habían coincidido en aquel espantoso sitio.

- ¿Chanyeol ni siquiera sospecha de esto verdad? - Aiko se atrevió a preguntar en lo que el alfa negó enseguida, conocedor de cuánto tiempo Chanyeol había dedicado a buscarle y que muy de seguro continuaba haciendo - Todo es una mierda - la beta señaló con frustración, en lo que Taehyung llevó una de sus manos hasta su sien.

Su pecho sintiendose apretado, ignorando las veces que le dificultaba respirar, creyendo por el recuerdo de haberlos tenido en su adolescencia, que su cuerpo seguramente luchaba contra un ataque de pánico.

Estaba aterrado.

- Voy a estar a tu lado, no te dejaré solo nuevamente - Aiko había dicho mientras ubicaba su mano sobre la del alfa, en lo que Taehyung ignoró el gesto aún cuando sus palabras le hablaban de aquel pasado entre ambos - Donghae ¿yo no le agrado a él verdad? - había preguntado como una afirmación extraña, confirmándole cuando no esperó por su respuesta - Quizá tenga razón en ese sentimiento.

Los ojos de Taehyung se habían dirigido de inmediato hasta ella, viendo como en su mirada habitaba la misma devoción en la que él había creído años atrás.

- Aiko... - intentó no asimilar la situación que se construía inclemente en su cabeza, deteniéndose cuando la vio negar y bajar su vista. Como si el peso de su corazón fuese demasiado como para sostener su mirada y le avergonzase exponer cuanto en ella dolía.

𝗘𝗔𝗥𝗧𝗛𝗤𝗨𝗔𝗞𝗘   ᵀᵃᵉᵏᵒᵒᵏ ᴼᵐᵉᵍᵃᵛᵉʳˢᵉ .•*¨¨*• ❀*̥Donde viven las historias. Descúbrelo ahora