• CAPÍTULO 39 •

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Te recomiendo escuchar "To Each His Own" de Talos mientras lees este capítulo

Sus manos se movían con cuidado por entre el cabello de la omega, tomando pequeños mechones y uniendolos en bonitas trenzas a un costado de su cabeza. Jungkook sonreía, pues escuchaba como esta cantaba dulcemente, mientras dedicaba a mirar la luz de la gran estrella diurna y que filtraba por el agujero sobre sus cabezas.

Yongsun estaba de buen humor aquel día. O eso es lo que el pelinegro prefería creer. Dedicándose a entregarle afecto mientras transcurrían los días, permitiendo esta acariciase su vientre para consolar en algo a su lobo.

Había perdido un cachorro después de todo.

Y si bien no habían tocado el tema desde aquel día, donde entre sollozos se había dormido acurrucado a su pecho e implorando su perdón. Habían adquirido juntos la dinámica de contenerse, como si de esa manera sus lobos apaciguaran el dolor que la pérdida les hacía sentir.

Jungkook compartía su pesar.

Y aunque su prima se mantenía estoica y con una aparente serenidad, el pelinegro le conocía demasiado como para saber cuando ésta se guardaba su propio sufrimiento.

Necesitaba cuidarle.

Por ello no había dudado en aceptar aquella propuesta y aunque estuviese inseguro de lo que el acceder a ella implicaría.

Tan sólo pensando en su clan y en el pequeño cachorrito que llevaba en su vientre.

Su bebé.

Horas atrás sus dedos dibujando constelaciones imaginarias sobre su panza, repasando cada punto para que su cachorro las conociese desde aquel sitio. Una suave sonrisa formándose sobre sus labios, inconsciente del como su aún diminuto cachorrito le llevaba lejos de allí y calmaba sus miedos.

Respirando con cuidado y tomando tiempo en hacerlo, aprovechando aquellos minutos para mimar su vientre. Hablándole despacio y esperando este le escuchase e identificase su voz.

— ¿Te ha gustado la fruta? — había preguntado mientras su palma no dejaba de regalar caricias sobre su piel. Ésta aún no acostumbrándose a su nueva desnudez y erizando de vez en cuando — Oh, claro que te ha gustado — sonrió con suavidad, tan solo prestando atención a su vientre.

Su pequeño universo.

¿A quién le hablas? — aquella voz haciéndole recordar dónde se encontraba, volteando su cabeza hacia un costado para observar los ojos plateados del alfa. Este mirándole inquisitivo, sentado en una esquina de aquella habitación. Con su cuestionamiento sonando sincero y no luciendo como si estuviese burlandose de él.

— Al cachorro. Parece agradarle cuando lo hago — respondió sosiego. Convenciendose que el peliplata no le haría daño, aún cuando su lobo se mantenía reticente a compartir el mismo espacio.

Desconfiaba de su cercanía.

Y es que luego de aquel encuentro y en el cual el alfa había mentido de su condición, este prácticamente se había vuelto su sombra. Sacándole de allí una vez al día y con el objetivo de marcarle con su aroma, así los demás alfas no dieran cuenta de su estado.

Jungkook deseaba pensar que allí no habrían otras intenciones.

Jongin rió entre dientes — Eso es una tontería — dijo burlándose y pasando una de sus manos por entre su cabello platinado.

Jungkook le observó, corroborando las diferencias que éste tenía con su hermano. Habiéndole analizado minuciosamente, durante todos los días que llevaban frecuentando ese lugar.

𝗘𝗔𝗥𝗧𝗛𝗤𝗨𝗔𝗞𝗘   ᵀᵃᵉᵏᵒᵒᵏ ᴼᵐᵉᵍᵃᵛᵉʳˢᵉ .•*¨¨*• ❀*̥Opowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz