• CAPÍTULO 23 •

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Te recomiendo escuchar "Cassini, the grand finale" de Sleeping at last mientras lees este capítulo ✨

Podía delinear con su mirada sus bonitos rasgos y clara ascendencia del linaje de los Jung. Su boca pequeña, delicada y rosada como una fresa recién cortada, tal cual se dibujaba la del rostro de la cachorra. Sus manos moviéndose con gracia y disciplina, combinado con su largo cabello pelirrojo atado en moño y su nivea piel. Le entregaban un aspecto elegante y según Jungkook, difícil de haber observado alguna vez en alguien más.

Baekhyun era precioso.

Y para el pelinegro resultaba casi imposible, no quedarse por minutos con la boca abierta y admirando su belleza y sin decir siquiera una palabra. Mientras dedicaba espacio a marcar con el delicado utensilio sobre el lienzo, trazos que acompañaban lo de la pequeña cachorra sobre sus piernas.

-¿Papá está bien así? - le preguntó la niña mientras inclinaba un poco au cabecita hacia atrás y con el solo afán de ver al omega.

Y quizá olisquearle un poquito bajo el cuello.

El pelirrojo sonriendo enseguida, más aquella sonrisa parecía haber estado en él desde que se había abrazado a la cachorra - Por supuesto que si bebé - le dijo bajito y con dulzura, pasando su nariz sobre una de sus mejillas y haciéndole de paso, un poco de cosquillas y que Hyejin respondió con sonoras risotadas.

Jungkook sonrió en su lugar y manteniéndose silencioso. Su mejor forma de mostrar respeto ante la íntima reunión y de la que él era partícipe sin importunar demasiado.

Sus propias manos moviéndose con para él, una torpeza común para un nuevo ejercicio. Distinguiendo como la pintura quedaba pastosa y sobre la tela, descubriendo que el aroma ya no le molestaba tanto como el primer día.

"Es trementina", le había dicho Baekhyun mientras él arrugaba su nariz. Echando un poco de aquello en los pigmentos, que traía consigo en una pequeña maletita.

El omega era un artista innato o algo así le había logrado explicar Taehyung. Habiendo sido instruido por los mejores maestros en su hogar. Lo que le había ayudado en algo, a aliviar el dolor que conllevaba cargar la perdida de su cachorra.

El haberle abandonado.

La pintura era su terapia, por lo que había decidido llevar consigo parte de sus materiales y con la ambición de así acercarse de mejor modo a la cachorra.

Más ella si bien parecía notoriamente interesada, Jungkook sabía que aunque el pelirrojo no hubiese traído nada con él, ella ya hubiese sido feliz con su única presencia.

- ¿Por qué papá pinta tan bonito? - preguntó la niña, a la vez que deslizaba el material de fino cabello en la punta de este, sobre la colorida tela. Y Jungkook no dejaba de ver la suya, tan oscura como el mismo cielo que estaba detallando, más fijándose en lo complejo que era pintar aquello y que se viese tan bello como lo hacía Baekhyun.

Su otra mano procurando controlar al peludo animal sobre sus piernas, el que mordisqueaba con determinación su piel y la punta de sus dedos.

- Hyejin también pinta bonito - le dijo sujetando su mano a la suya y manchando con el pincel la tela. Un suave color púrpura en forma curva y uniéndose a los demas seis colores presentes allí - Si ella pinta siempre, lo hará aún mejor que yo.

Y la niña le sonrió, viendo el pelinegro que llevaba su nariz manchada de pintura y movía sus pies nerviosa, mientras miraba a su padre como si fuese lo más luminoso en aquel salón.

El pelinegro intentaba obviar la escena, más aquello le causaba una felicidad que aunque no le pertenecía, le entregaba un poco de sosiego a su propio corazón.

𝗘𝗔𝗥𝗧𝗛𝗤𝗨𝗔𝗞𝗘   ᵀᵃᵉᵏᵒᵒᵏ ᴼᵐᵉᵍᵃᵛᵉʳˢᵉ .•*¨¨*• ❀*̥Where stories live. Discover now