• CAPÍTULO 36 •

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Te recomiendo escuches "Loving You" de Seafret mientras lees este capítulo

- Come despacio o tu estómago lo resentirá - había dicho la anciana. Esta habiendo dispuesto una brillante bandeja, sobre la cama que le había acogido al llegar a aquel lugar. No teniendo tiempo de reflexionar, a la razón por la que había rechazado la comida que los alfas le llevaban. Pero que sin embargo ahora, no dudaba en prácticamente atorarse ingiriendo la que la mujer le daba.

Quizá encontrando un fundamento, en que el sabor de los dulces pastelitos ponían de buen humor a su cachorrito. Evitando por obviedad, aquellos que llevaban en la copa un poco del adictivo betún.

- ¿No te gusta el chocolate? Eres un omega raro - le había preguntado ella. Pero él poco prestó atención y más cuando sus ojos se apretaban ante el disfrute que aquello le provocaba. Lamiendo la punta de cada uno de sus dedos, pareciendo aislado de la risa que su actuar ocasionaba en la anciana - Sabes, haz lo que quieras - esta resignandose a persistir en su nula conversación, dejando al pelinegro tan solo deleitarse en su enajenación.

Habían llegado allí en lo que Jungkook contaba eran cinco amaneceres, sintiéndose tan cansado durante la primera noche y habiendo dormido hasta cuando el sol ya estaba demasiado alto. Asustando ante la lejanía de sus últimos recuerdos, desconcertandose e incluso sintiendo que su estómago había dolido.

Creyó volvía a estar con Taehyung. Sopesando de a poco aquella idea, al escuchar como la anciana le asistía con preocupación y llamaba a la otra mujer, avisando había despertado.

"No te asustes por favor " - la pelinaranja había pedido, necesitando de unos segundos para que su cabeza saliese del aturdimiento y comprendiese donde se hallaba -"Te hemos ayudado a huir" - agregando la mujer, a lo que el pelinegro asimiló que los recuerdos eran verdaderos y no resultaban ser una invención que había armado debido al encierro.

Comenzaba a sentir miedo de si mismo, pues su lobo comenzaba a crear imágenes ficticias para protegerse y no sentir la herida que la distancia con el alfa marcaba.

Apenas ya podía sentir su aroma, creyendo que aquel resultaba ser el que su cachorrito albergaba con recelo.

— ¿Tienes claro de cuanto estás? — había preguntado la anciana mientras él dejaba de lado la bandeja con dulces — ¿Me dejarías revisarte? — esta pidiéndole con gentileza y sabiendo el omega que aquello era necesario, para saber el momento en que su bebé decidiría llegar.

Tocando con sus dedos por sobre la tela de la ropa que habían entregado para él, palpando con suavidad el pequeño bultito cada vez más notorio.

Su pedacito de océano.

Si no quieres, no es necesario que... — la omega intentó decir, más el pelinegro había asentido con suavidad y aún perdido en acariciar su vientre con dedicación — Está bien, iré por algunos implementos. Esperame aquí.

Y Jungkook la vio salir de allí con la bandeja con restos de lo que no había comido, resintiendo no haber probado un poquito más. Soltando un suspiro suave, al reflexionar el cómo había llegado hasta allí y en la promesa que la beta había declarado a él.

Y es que si, Aiko era una beta y había enterado de ello, una vez llegando a su hogar la anciana reclamaba por el aroma a alfa que había allí y que ella decía no notar. Riendo y dejando que la mujer regañase, a lo que el pelinegro intentaba controlar sus náuseas. Ya que si bien el olor no era intenso, si era lo necesariamente notorio como para que su omega lo resintiera, más cuando no era ese preciso aroma lo que necesitaba.

Por lo que se sintió aún más cansado, a lo que ambas accedieron a sólo dejarle dormir hasta que se recuperase de la fatiga del viaje. Además de que suponían, que el llevar un cachorro lejos del su alfa podía estar agotandolo más.

𝗘𝗔𝗥𝗧𝗛𝗤𝗨𝗔𝗞𝗘   ᵀᵃᵉᵏᵒᵒᵏ ᴼᵐᵉᵍᵃᵛᵉʳˢᵉ .•*¨¨*• ❀*̥Where stories live. Discover now