III.

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Atenea; diosa de la guerra.

Las ninfas pasaban con delicadeza los peines sobre mis cabellos, pasaban el maquillaje sobre los moretones en mi piel, pasaban accesorios en dónde eran cortes que estaban cicatrizando. Apolo cuando había recuperado su memoria me había ofrecido curarme pues era una de sus habilidades; sin embargo yo decline de eso sin pensarlo mucho, no se porque le dije que no. Ahora me arrepentía porque el dolor era considerable aún cuando la mayoría de estos males estaban en mi espalda la cual igual que todo mi ser estaba siendo "decorado" para ir a la dónde los otros dioses estaban reunidos.

El tema era grave, pero demasiado grave, papá me lo dejo saber desde el momento en que había intervenido. Si Ares había sido un demonio de estos modernos pues papá era el Dios que lo envío al infierno.

"Tranquila pequeña, papá está aquí. El no te hará nada ni a ti ni a nadie más"

Palabras que había recordado toda la noche, que me han estado rondando la cabeza desde que sentí como la propia Ker que muy probablemente espero mi final se alejaba de mí al ser salvada por él.

Pero no me sentía aliviada, me sentía mal.

Muy mal.

-Princeda Atenea, princesa.

-¿Ah?

L

a voz de una ninfa me había sacado de mis pensamientos para traerme al presente una vez más, estaba se había agachado un poco para estar a mi altura pues yo estaba sentada. Me miraba algo preocupada, ¿Y como no estarlo si papá las amenazó con que si algo me pasaba ellas pagarían aquello? Yo les dije que por favor no se molestaran, que no le diría a mi padre que no estuvieron conmigo pues quería unos momentos de soledad pero ellas se negaron. El temor a papá era hoy más grande que días anteriores y más con lo sucedido ayer.

-Ya está lista princesa. -Dijo queriendo fingir seguridad, aún cuando sabía que no tenía alguna por la amenaza de papá- Tenemos que llevarla dónde los demás dioses, ellos...

-Ya lo sé Gavena, están en una reunión hablando de lo yo de ayer.

Con un ademán le pedí que se alejaran unos pasos y ella obedeció, en cuanto tuve el suficiente espacio me pare y mire mi reflejo en el espejo que había. Me habían disfrazado tan bien que podría jurar si tuviera los ojos de alguien más que esa de ahí nunca estuvo a punto de morir un día antes. Me di media vuelta y mire a las ninfas que hicieron ese labor, ellas algo tímidas apreciaron su trabajo que hasta podría decir que se han de haber sentido orgullosas de esté. Para darles entender que no debían preocuparse les di las gracias con la sonrisa más amable que pude dar en ese momento.

Inmediatamente le pedí a Gavena que me llevará con las demás al lugar en dónde tenía que estar pues tenía que "testificar". Ella hizo caso y escoltada por las demás muchachas salí de allí con Gavena en la cabeza. Caminamos por unos pasillos apartados de los demás con bellas telas para que nadie que no fuera un dios o ninfa que me acompañó en mi decoración pudiese verme pues estaba terminantemente prohibido. Papá me estaba queriendo proteger, consideraba que podía haber traidores siguiendo los pasos de mi hermano. Que tenía que ser cauta.

Estábamos cerca y era fácil saberlo porque se empezaba a oír las voces de mi tío Hades, Apolo, Hera y papá.

Mis manos temblaban por debajo de los adornos de estos pues era la primera vez en toda mi vida que me sentía «pequeña». ¿Pero por qué me sentía pequeña? ¿Es que Ares me hizo sentir muerta antes de poder haberlo hecho acto que me lo creí? ¿Que la derrota que sufrí fue traumatizante? Maldición, siento que las dos preguntas tienen dos respuestas que no quiero decirme...

This is War (Esto es la guerra) | Ares and Atenea fanfic Where stories live. Discover now