VII.

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Ares; rey del Olimpo.

Inframundo.

Hace yá demasiado tiempo que no venía a este lugar, la tierra de los muertos, estos que seguían llegando aquí aún cuando Hades, mi tío y su rey, ya no hacía presencia aquí.

Eros me había contando una manera, un atisbo de esperanza para salvar a Atenea. Una que el titán Cronos le contó a mis hijos gemelos en su tiempo durante el Inframundo. Y es que, apenas Eros termino de hablar no pude evitar venir aquí, planeaba hacerlo solo pero mi tío Hades decidió venir conmigo. Solo que alguien más venía con nosotros también.

-Asi que primo, dime, ¿Que tal se sintió que papá hiciera de niñera con tus hijos?

Me preguntó Zagreo, el hijo de Hades. Él no parecía tener ningún respeto por su padre.

-¿Que tal si aprendes a respetar a tu padre? —Le pregunté mientras movía una pequeña roca del Inframundo— Espero que mínimo lo respetes cuando regrese de explorar el territorio.

-Capaz y ya está aquí con nosotros primo.

Me respondió él con sarcasmo en sus palabras. Di media vuelta tras arrimar esa roca y me acerqué a él, en cuestión de alturas y físico era yo quien predominaba. Igual que en jerarquía.

-En primer lugar, tu padre ha hecho mucho por mí, así que en mi cara no te atreverás a hacer ese tipo de bromas. En segundo, tú y yo no tenemos más lazos qué de sangre, lazos qué tú cortaste con todos al irte; así que no me digas primo, soy Ares.

Él me observó inclinado ligeramente la cabeza, volteo los ojos y luego contesto.

-Aunque sea no me obligarás a llamarte "rey".

-Ya peque de esa soberbia cuando era un príncipe llorón, no lo haré siendo el que lidera a los olímpicos. Si quería que el Olimpo cambié como lo ha hecho, tenía que cambiar primero yo.

-Si, cambiaste Ares. —Respondío Zagreo dando pasos y bordeandome— Pero, ¿Cambiaste porqué fue tu voluntad o las circunstancias que te hicieron cambiar?

Hizo la pregunta sin voltear a verme, yo solo mire como seguía caminando, no planeaba pelear en el Inframundo. Menos ahora que eran mayores esos temblores que se daban.

Porque si, temblores empezaron a azotar el lugar desde la derrota de papá. Esto, según los sátiros encargados de analizar los reinos, decían que se debía a qué las fortalezas de las prisiones del Tártaro se habían debilitado con la derrota de Zeus. Y que los prisioneros dentro de este lugar, buscando romper las prisiones, golpeaban tan duro que se hacía sentir hasta el Inframundo que era el reino más próximo a esté. Eso sí, consideraban improbable que Cronos y los Titanes encerrados, con el poder debilitado que tenían, pudiesen abrir las rejas de sus prisiones y escapar. Que ya no estaban en esa época de oro titán suya.

Volví a caminar, siguiendo a Zagreo que tomo la delantera. Mi tío Hades me explico que el necesitaba venir, que requería de la energía del Inframundo para vivir y lo noté. Pequeñas nieblas de acercaban a el penetrando su cuerpo, supongo yo que llenando su cuerpo de lo que sea que necesitara.

Pasamos por un largo trayecto de piedras hasta que llegamos a ver la ruta del Tártaro, nos quedamos ahí esperando la llegada del rey de esté reino. Rey que apareció a la hora de esperarlo quitándose el casco.

This is War (Esto es la guerra) | Ares and Atenea fanfic Where stories live. Discover now