IV.

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Eros; dios del amor y la atracción.

Un día después.
Templo de los dioses del amor.

-¿Así que crees que se va a enamorar de papá? —Me pregunto mientras separaba el cigarrillo de sus labios, le gustaba fumar pues lo "relajaba"—

-Aun no tengo certeza hermano mío, aunque podría tenerla si decido usar mis flechas. Pero.

-Pero deseas que pase natural, adoras más cuando es así. Vives para servirle al drama. —Algo amargo expulsó el humo de sus pulmones mientras estaba acostado en aquella nube rosa, su mirada demostraba que aún siendo este tema de su interés no le generaba reacciones— No como yo, que detesto a los indecisos del mundo, a aquellos que teniendo a alguien que matarían por su amor no saben dar respuesta.

-Y decides meter mano y hacer de ese amor correspondido, ¿No es así Anteros?

-Exacto.

Ni palabras más ni palabras menos, solo esa palabra salida de sus labios. Pues para el no era necesario hablar tanto, no le gustaba como a mi, por eso era que con el tenía que optar por una actitud mas sería. ¡Por mis alas! Cómo odio tener que comportarme así, lo detesto a más no poder. Dado que fue seco y cortante decidí dejar el tema ahí, dejarlo también a él ahí acostado en su nube fumando mientras yo estaba en la mía boca abajo mirando en un espejo las historias de amor que ahora se estaban construyendo en el mundo mortal.

Lastimosamente para mí, el amor ya no es lo que era en épocas de antaño.

Ya no había un Odiseo dispuesto a volver con su amada Penélope y una Penélope que esperase con anhelo el regreso de su amado, princesas que otorgarán una parte de sus prendas al caballero blanco para que portará está en su muñeca en batalla y así el amor guíe su espada, o si quiera obras teatrales como las de ese tal Shakespeare en la que dos jóvenes entregaron su vida a los brazos de Thanatos con tal de volverse a ver en el más allá.

Vamos, que eso sí eran actos de amor. Cuando te lanzas al pozo sin miedo a morir, no como ahora que hasta no pasar los 6 meses no le dices "te amó" a tu pareja.

Entonces, cuando creí que encontré una entre millones a una pareja apasionada la puerta se abrió y de esta entro mi bella hermana Harmonía. Pero no venía sola, mamá venía con ella.

-Pero miren quienes andan ahí, no sé si ser elegir a la más joven o volverme padrastro. —Dije alegre mientras parándose salte de mi nube y con mis bellas alas volte hasta donde estaban ellas— ¿En qué puedo servir a tales monumentos a la belleza?

Haciendo la pregunta cogí sus manos, y dando un suave beso con una sonrisa las saludé a ambas. Harmonía se rió un poco mientras mi madre, a diferencia de otras veces que respondía imitando mi forma de hablar, está vez no dijo. Osea que; estaba de malas.

-¿Que es lo que te tiene así madre? Llevar el ceño fruncido solo hará menos radiante tú sonrisa. —Dijo Anteros que sin bajar de su nube, solo se sentó al borde de esta. Manteniendo ese tono tan indiferente de siempre—

Viendo que ella alzó la mano y chasqueo, tanto yo como mi hermana entendimos que había de ir a nuestras nubes y así fue. Lo hicimos como niños que se ocultaba de mamá cuando esta iba a reprenderlos aún cuando no sería el caso. Anteros solo se sentó de una manera más formal. Y mientras mi bella madre caminaba como toda una mujer empoderada al centro de la sala de las nubes recordé lo último que había conversado con Atenea.

This is War (Esto es la guerra) | Ares and Atenea fanfic Where stories live. Discover now