VI.

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Artemisa; diosa de la caza.

La mañana empezó algo rara pues, Eros se había puesto como un demente a hablar con Helios, este ya necesitaba salir a iluminar el cielo pero no podía debido al «cupido» de mi hermana.

No sabría decir si Atenea era a veces boba agrede o realmente era por lo que Eros y yo intuímos. Pero es que por Gaia, se dejó ver muy emocionada al iniciar su «cazeria» . Igual preferí no decirle nada, quería que se apuré, ya que no era la única que deseaba oír saber que era de la vida de Ares.

En fin que ahora tenía que centrarme en mis prioridades, estaba llevando unas cuantas vendas y muletas. Iba camino a dónde estaba Selene.

Ay de ella, ay de mi maldito hermano gemelo.

Apolo dijo que no era posible curarla con sus poderes ni los de su hijo, que tenía que ser natural. Para mí otra mentira de su parte. ¿Pero por qué? ¿Que ganaban con eso sí Selene con su mentira estaría creyendo a ellos y podría ayudarlos? ¿O sería para aumentar la ira del sol...?

Toc, toc.

Una cálida voz respondió dándome el permiso de pasar, yo lo hice y en cuanto entre ella sonrió.

-¡Artemisa! Me alegra verte siendo que es temprano. ¿Que novedades de por ahí?

-Bueno Selene, ¿Que te puedo decir que no te haya contado ya? —Respondi amablemente, sonriendo de forma recíproca— Lo único nuevo es que por alguna extraña razón Eros empezó a asfixiar a tu hermano, si vieras lo molesto que Helios estaba. Por poco y hace un Eros rostizado.

-Por dios, encima que mi hermano es temperamental y Eros muy chillón...

-Asi es, un desastre.

-Me siento mal por Helios Artemisa. —Sabia que iba a volver a sacar ese tema— Está haciendo demasiado esfuerzo necesario, se toma ahora muy en serio eso de inspeccionar cada rincón donde caiga su luz... El vuelve cansado.

Estaba queriendo hacerse culpable de la decisión de su hermano, de que él quiera vengar el ataque que recibió y la dejo mal, ataque del cual se culpo a Ares. Queriendo evitar que ella siga con eso cogí sus manos y le hable de la forma mas tranquila posible.

-Selene, ¿Que puedo decirte? Es tu hermano y desea encontrar al causante de que no puedas caminar...

-Yo le dije que pare, que no me interesa saber de Ares. —Me cortó hablando por sus impulsos— Ese demonio muerto o sin saber de él me da igual. Solo deseo que mi hermano descanse.

-Sabes que el no lo hará hasta encontrarlo, por más que parece que Ares se mueve por las noches.

No olvidaba la reacción de Helios cuando se enteró por boca de papá quien era el culpable de la tragedia de Selene. El Olimpo entero se estaba sofocando del calor pues el entro en cólera, pero el mundo mortal la paso peor cuando cogió su carro. Pues salió generó algunos desastres que otros dioses tuvieron que arreglar. Su rabia era tanta que juro encontrar y quemar a Ares sin previo aviso.

-¿Artemisa me escuchaste? —Pregunto Selene mientras chasqueaba los dedos—

-¿Ah? ¿Que, que sucede? —Pregunte de respuesta, me había sacado de mis propios pensamientos— Disculpa Selene, no oí que decías. ¿Podrías repetirme por favor?

-Nada, olvídalo... Cierra la puerta al salir por favor.

Genial, lo había arruinado, ella se había sentido mal. Ya me estaba botando, quería quedarme pero probablemente se iba a sentir peor si decidía eso, así que sin oponerme deje las cosas y llamando a unas ninfas para decirles que hacer salí y camine para vagar.

Iba sin un rumbo fijo, desorientada, pensando en que podía hacer. Aún había cosas para hacer antes de decir que fue un mal día. Así que me dirigí a donde mi tía Hestia quien se encontraba de visita para mí suerte.

Ella vino pues se estaba sintiendo algo sola en su mansión, primero quería ir a visitar al tío Hades pero este se negó a recibir visitas hasta que Afrodita aceptará que Deimos y Fobos ahora eran dioses Ctónicos. Así que triste vino aquí, lo primero que hizo fue buscarme a mi y mi tía Demeter, así que supuse que si no estaba conmigo es porque estaba con ella. Y así fue, la encontré en un jardín el cuál Demeter estaba dándole colores.

-¡Tia Hest! ¡Tia Demeter!

Saludé a lo lejos alzando mi voz, cuando ellas voltearon a ver de quién se trataba agite mi mano saludando. Ellas me reconocieron y se acercaron sonriendo.

-¡Artemisa! —Grito Hestia mientras se lanzó a abrazarme, las dos caímos al suelo— Justo hablábamos de tí, menos mal que has llegado por voluntad.

-Jeje, ¿Por qué? ¿Me iban a llevar a la fuerza sino? —Hice la broma en pregunta, lo que no espere fue la respuesta de mi tía Demeter—

-Pues Hestia me estaba pidiendo que te noqueé si te opones.

Okay, eso lo sentí muy perturbador. Pero sabía que eran capaces, esas dos juntas eran peor que Atenea y yo en su momento.

-Pero bueno, ¿Que es lo que sucede?

El silencio reino un rato, mi tía Hestia de lo que sonreía dejo de hacerlo y se paró. Se limpio su vestido naranja y camino al lado de Demeter quien solo cruzo los brazos y mostró una cara de inconformidad. Tia Hestia le dió un golpecito en el hombro a Demeter y ella suspiró, creo que fue una señal para que hablé, porque eso hizo.

-Sobrina, se que esto te parecerá algo loco pero... —Por lo visto se les era difícil decirme lo que tenían que decir— Verás, nuestra hermana, Hera. Este, tu ya sabes, está muy mal. Al principio pensamos que se le pasaría pero no fue así, ahora solo parece un robot sin emociones y pues... Hestia termina de decirle tu por favor

Mi tía solo asintió, luego me miró y llevo un rato sus dedos al mentón, estaba pensando probablemente en como decirme aquella. De suerte pensó rápido.

-Le haremos una fiesta y queremos que vayas, ya sabes. Algo de solo chicas.

-Sin nada de Zeus por si acaso. —Agrego Demeter—

Okay, eso sí era algo que me daba miedo... Más ahora siendo que yo era íntima amiga de Atenea.

Joder, todo porque Atenea creyó mejor no decirle nada. ¡Mierda! Yo me iba a comer el morro.

This is War (Esto es la guerra) | Ares and Atenea fanfic Where stories live. Discover now