VII.

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Atenea; diosa de la guerra.

La noche del lunes.

Había regresado al apartamento de Ares, pues cuando me volvía a ir Eros me avisó de que lo visitaría con Artemisa.

Todos nos estábamos riendo, Eros, Misa, Ares y yo. Disfrutamos del buen rato entre los cuatro ahí en el departamento de mi chico, Eros devoraba los snacks como si hubiera roto una dieta y Artemisa no paraba de preguntar el cómo la paso Ares en la tierra. El por su parte me tenía abrazada mientras respondía y fumaba, yo solo estaba contenta pues los cuatro estábamos reunidos. Aunque no voy a negar qué, me hubiera gustado que viniera Anteros. Lastima que mi psicópata favorito salió hasta Japón para concretar una historia de amor que el considero merecía su interrupción.

Y Eros aprovechando el momento hizo una de sus típicas preguntas, pregunta que yo ya la venía venir desde que le comenté por chat.

-Y dime querida. -Se refería a mí- ¿Crees poder con toda esa lanza cuando desgarre tu carne?

Artemisa lo miro con una cara de asombro, Ares se aguantaba la risa, yo me rei sin más. Era algo que debo acostumbrarme si deseo pasar mi vida con su padre, más cuando lo consideraba un gran amigo a Eros.

Cuando deje de reír le respondí.

-Eso es algo que lo sabré cuando llegue su momento Eros.

-¡Por favor! -Exclamo el señorito- ¡Ya llevan más de una semana! Eso es mucho hasta para mí.

-Disculpa, ¿Cuántos milenios tienes de vida? -Interrumpio Artemisa preguntando-

-Casi cuatro milenios, ¿Por?

Creo que mi querido hijastro no entendió el motivo de la pregunta de Artemisa. O si lo hizo respondió con un excelente sarcasmo que ni cuenta me di.

Yo ya iba a decir algo cuando Ares hablo.

-Eros, no presiones a mami por favor. -El se había unido al tren de llamarme mami. Lo mire queriendo decirle que no me gustaba el apodo pero el solo sonrió- Estoy seguro que ella podrá lidiar con tu padre, pero evita tocar ese tema al menos mientras esté la tía Artemisa.

-¿Tia? Gracias Ares, ahora sí me siento una vieja como mis tías.

Yo no pude evitar soltar una risa cuando Artemisa dijo ello, pues en parte era verdad. De por sí era tía de Eros, solo que recién y supongo que por la cercanía que ella tenía conmigo que se le decía así.

-¿Y tú de qué te ríes? -Me pregunto un poco en broma, un poco en serio- Ojalá y me de el gusto de comprarte la silla de ruedas cuando faltes a tus votos.

En ese momento Ares estaba jalando el humo de su cigarrillo, cuando oyó eso empezó a toser. No sé si fue por la sorpresa de qué un comentario así viniera de Artemisa o por lo de en silla de ruedas. Eros por su lado llevo su mano a la boca mientras se aguantaba las ganas de meter cizaña. Por mi parte el solo imaginarme el caso me asustó, así que le respondí a mi hermana.

-No digas tonterías, no voy a terminar en silla de ruedas... -Dije algo avergonzada, mientras llevaba mis ojos a los de Ares- ¿No terminaré en silla de ruedas, verdad?

Seguro no pensó que le preguntaría, pues su cara me decía que pensó un "¿Es en serio?". Jalo un poco más de su cigarrillo y tras botar el humo, echar las cenizas al cenicero me respondió.

This is War (Esto es la guerra) | Ares and Atenea fanfic Dove le storie prendono vita. Scoprilo ora