¿Cómo decirte que me gustas?

5.8K 688 1.3K
                                    


Craig estaba en shock, realmente no esperaba una pregunta como esa de parte del rubio y le costó un poco retomar el hilo de la charla cuando volvió a escuchar su voz.

– Entonces... ¿te gusta alguien? –repitió Tweek cuando vio que Craig no respondía a su pregunta. El pelinegro se sonrojó furiosamente cuando escuchó la pregunta nuevamente, de verdad no esperaba que le preguntara eso, era tan cliché que lo descubrió con la guardia baja, pero vio una pequeña oportunidad para confesarse indirectamente, así que solo se cubrió la boca con la muñeca y comenzó a hablar evitando mirar al niño.

– Bueno... sí, como a todo el mundo me ha llegado a gustar alguien... –el gigante tosió para ajustar su garganta, quería ver la cara de Tweek al momento de revelar sus sentimientos, quizás eso podría ser un incentivo positivo para que el también hablara de sí mismo y pudiera romper sus barreras, pero le avergonzaba muchísimo hablar de sentimientos, sabía que eso no sería para nada fácil.

– ¿Cómo es ella? ¿es de tu pueblo natal? –el pequeño respondió entusiasmado, realmente quería escuchar a Craig decir que le esperaba un futuro con alguien que pudiera darle una familia... estar con él hasta que fueran viejitos y hacerlo feliz tal cual se merecía.

– No..."era" de mi pueblo natal, pero... no es precisamente una "ella" ... –hubo un silencio realmente incómodo después de eso, Tweek tragó saliva y miró intensamente al pelinegro esperando que este mostrara alguna parte de su cara mientras intentaba imaginarse quién podría ser.

– Oh, por dios ¿¡es Kenny!? –el rubio se cubrió la boca sorprendido.

– ¡Por supuesto que no! Que él me haya besado no significa que me guste ¡ya olvídate de eso! –le gritó Craig mientras lo miraba muy enojado, el pequeño jamás había visto el rostro del ojiverde tan rojo. El pelinegro inhaló profundamente para bajar el tono de su piel, y miró hacía un punto fijo en las cobijas de Tweek para evitar mirarle directamente– A mi... me gustaba un amigo... –le dijo en voz baja, se tragó su orgullo y comenzó a hablar muy lentamente– Él era muy especial, tanto así que incluso ahora atesoro algo que dejó para mí.

– ¿Qué cosa te dejó? –el pequeño miró atentamente a Craig y observó como el gigante abrió el velador junto a su cama donde guardaba su "loción" y sus pañuelos, junto a ellos pudo ver una libreta, la cual el pelinegro sacudió, haciendo caer una nota sobre su mano. Tweek abrió sus ojos a más no poder cuando vio el papel, reconocía perfectamente la hoja, incluso estando algo amarillenta por los años transcurridos, Craig se sentó nuevamente en la cama del pequeño y no despegó sus ojos de la pequeña nota.

– Me dejó sus sentimientos aquí cuando se fue... por desgracia, no recuerdo bien su rostro, he intentado suprimir mis recuerdos para que me duela menos su ausencia, pero incluso hoy en día espero que él vuelva a mi vida, pero lo único que tengo es esta carta y mis recuerdos borrosos...– le dijo el más alto para luego morderse el interior de la mejilla para evitar conmoverse. Tweek sintió una punzada de dolor al oír eso, el pelinegro aún lo esperaba, incluso si antes le había dicho que lo odiaba, seguramente era porque no podía olvidarlo, realmente no quería aceptar que aún lo esperara, Craig necesitaba a alguien que pudiera estar con él sin darle problemas, y él no se consideraba un candidato digno, aunque lo deseaba profundamente.

– S-supongo... que es como dice el dicho, uno no sabe lo que tiene hasta que lo pierde... Quizás por eso crees que... esa carta es especial... o que él lo es... –tartamudeo Tweek, no podía creer que Craig tuviera sentimientos por él, pero no podía corresponderle y quería intentar destruir un poco sus ilusiones. Si hubiera sido otra persona, el pelinegro se habría enfadado por el comentario, pero no lo hizo.

– Yo sí sabía lo que tenía, sólo que nunca creí que lo perdería hasta ese día en el que me di cuenta de que ya no volvería a verlo otra vez –explicó el más alto mientras acariciaba la hoja con su pulgar, ambos se quedaron en silencio, el aire se sentía un poco denso, Craig realmente esperaba otra reacción de Tweek. Cuando lo miró de reojo este tenía un rostro de tristeza y culpa, pensó que su confesión le haría feliz, pero parecía haber tenido el efecto opuesto– ¿Por qué pones esa cara?

Monstruo de RopaWhere stories live. Discover now