Quiero que vivas aquí

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Tweek termino de preparar todo, puso la alarma en su teléfono para ir a ver el horno y se dirigió a la sala. Quería descansar, estaba exhausto y comenzaba sentirse un poco mareado, seguramente si hubiera estado en clases no hubiera tenido tiempo de descansar por estar ayudando a alguno de sus compañeros o por estar prestando atención al maestro. Agradeció internamente a Ze Mole por haberle prestado su cocina. Se dejó caer en el sillón a lado de Craig, Tweek sonrió al ver al pelinegro con los ojos cerrados disfrutando del masaje que recibía de un sofá Bergere premium.

- Estas disfrutando de la casa de Christopher, ¿verdad? – dijo el pequeño de un modo burlesco. Craig no dijo nada, más que alzarle el dedo medio. Tweek se rió por lo bajo y se recostó en el sofá.

- ¿Quieres probar este sofá? Está genial – dijo Craig suspirando, apagó el sofá y se levantó. vio a Tweek con una mano en su frente - ¿Te sientes bien enano?

- Solo tengo algo de fatiga... no es nada importante – dijo en un suspiro, Craig se acercó a él y tocó su mejilla - ¿Qué?

- Nada – dijo Craig, Tweek no podía ver la cara de Craig desde su posición, además de que el pelinegro rápidamente se levantó y le dio la espalda. Craig tenía la cara roja, eran muy raras las veces en las que Tweek estaba sin su chaqueta verde y sus miles de gorros. Para Craig, era una vista hermosa, adoraba ver el rostro del pequeño – Es... genial este lugar... ¿Seguro no quieres vivir aquí? Tiene... aire acondicionado, duchas con secadores corporales y no tendrías que hacer esas carreras locas que haces en los dormitorios por la mañana.

- ¿Me estas echando o qué Tucker? – dijo Tweek repentinamente provocando un shock en Craig.

- ¿Desde cuándo me llamas por mi apellido? – preguntó Craig. Tal vez era por el cansancio, pero Tweek no pudo evitar sentirse molesto por la propuesta, pensó que Craig básicamente le estaba diciendo que no lo quería cerca de él.

- Lo siento, creo que ando sensible, pero... ¿de verdad quieres que me quede en esta casa? – preguntó Tweek suavemente. Hubo un pequeño silencio, Craig tomo asiento a un lado del rubio y empezó a frotarse nerviosamente las manos.

- No lo sé, es que... sí estuvieras aquí estarías realmente cómodo y a salvo... y yo... obviamente te extrañaría... demasiado... - dijo Craig tímidamente – Además... no lo sé, siento... que no me tienes la... "confianza" que pensé que me tenías, nunca me dices cómo realmente te sientes, nunca me dices nada sobre ti y a veces pienso... que me quieres hacer a un lado.

- ¡No quiero eso! – gritó Tweek, luego bajó la mirada – Yo... solamente me siento avergonzado de mi mismo y en lugar de enfrentarme a las situaciones tengo el mal habito de esconderme porque... porque siempre hago mal las cosas y no quiero arruinar nuestra amistad, suelo tener muchas cosas en la cabeza y no sé por dónde comenzar.

- No hacer nada también lo arruina – dijo Craig sin medir las palabras, Tweek abrió los ojos a más no poder y miró a Craig quien tenía la mirada perdida en el balcón.

- No sé qué decir ante eso Craig... solo... solo lo siento mucho – Tweek suspiró – Está bien, aceptaré vivir con Chris por un tiempo y no te molestaré más.

- ¡Espera eso no es lo que quise decir! – dijo Craig, pero algo en su interior le rogó que se callara, estar sin Tweek cerca también le daba una oportunidad para hacer otras cosas a escondidas del rubio, como hablar con su tío, pero eso significaba que Tweek estaría lejos de él y eso es algo que si no quería que sucediera y más aún porque Tweek estaría viviendo con Ze Mole, y aunque recordó que la invitación de Chris también lo incluía a él, no quería aceptarla por simple orgullo, además pensó que Tweek estaría más a salvo de los matones en ese lugar. Cuando Tweek lo volteo a ver sintió su estómago revolverse, con pesar y en voz baja le dijo – Haz lo que quieras...

Monstruo de RopaWhere stories live. Discover now