Mordisquitos falsos

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Tweek se despertó abruptamente y removió los cobertores de su cuerpo, comenzando a frotarse con furia las muñecas sin rascar, como si quisiera quitarse arañas de encima. Craig sintió el movimiento brusco del rubio, y notó que la habitación continuaba oscura.

- ¿Osito? – llamó en la oscuridad mientras el pequeño no respondía, solo se quedaba sentado y podía oírse la fricción de su piel.

Ese comportamiento no era común en el rubio según Craig, el pequeño siempre despertaba antes que él, pero era primera vez que podía presenciarlo por sí mismo, la respiración del chico era sonora y vibrante, parecía estar sufriendo alguna especie de ataque de asma o pánico. El pelinegro reaccionó con calma, simplemente se acomodó junto a él y le susurró.

- Tranquilo, vamos amigo, respira – murmuró un poco encorvado para acercarse bien, Tweek lo intentaba, pero su respiración era corta, rápida y seca, Craig tomó los hombros del pequeño y este temblaba, curiosamente no lo percibía frio, pero bastaba con poner la mano sobre la espalda del chico para darse cuenta que estaba atravesando por una taquicardia bastante fuerte – Osito, trata de forzar tus pulmones, respira más largo.

- No,no puedo, me aterran las agujas, ¿Por qué las siento ahora? – Tweek seguía frotando sus manos, con la yema del pulgar presionaba su piel buscando eliminar la sensación. Craig recordó una charla que tuvo hace mucho tiempo con su hermana y su amiga Karen mientras las ayudaba con los deberes, acerca de los góticos, vampiros y emos, donde esos últimos tenían un mal hábito para eliminar "las sensaciones de dolor espiritual con dolor físico" y que eso les ayudaba a conllevar sus problemas.

No sonaba nada lógico en su momento, pero sin saber que otra solución tenía para ayudarlo con esa falsa sensación de agujas quiso poner en práctica aquello, acomodó al pequeño para tener acceso al deltoides de su hombro y posó sus dientes, apretó cada vez más fuerte mientras sentía en su boca como el chico temblaba.

- Aw... auch... hey... para, eso duele – le susurró Tweek, Craig apretó un poco más fuerte antes de dejarlo en paz.

- ¿Sigues sintiendo las agujas? – consultó, Tweek ya podía respirar profundamente y empezó a recuperar el aliento buscando la sensación de agujas en su cuerpo, curiosamente ya no estaba.

-No, ya no... me duele más el hombro... - claro, tenía sentido, si sus nervios estaban concentrados en enviar a su cerebro la sensación de dolor producida por el pelinegro.

- ¿Ya te sientes mejor? – Tweek miró a Craig con asombro cuando escucho su voz detrás de él, miró alrededor del departamento sin dejar de respirar, aún temblaba, pero por lo menos estaba comenzando a tranquilizarse.

- Si... si... creo que ya estoy bien... - se quedó sentado unos momentos solo para normalizar su respiración – Vuelve a dormir.

- ¿Necesitas hablar de algo? – Tweek se paralizó, no estaba en un estado mental apto para inventar una excusa o una mentira y el exceso de adrenalina en su cuerpo solo lo angustiaba más, inconscientemente movió su cabeza en negación, pero era repetitivo y preocupante, clásico en un estado alterado, Craig había visto eso antes pero no recordaba bien como debía actuar.

- No, no, no, no, solo quiero olvidarlo, Craig, por favor, no me hagas esas preguntas, no quiero, háblame de cualquier cosa, distráeme para que se vaya, por favor – su voz era temblorosa y sus ojos aterrados decían mucho, eso era algo que no se podía tocar y Craig se dio cuenta de ello, incluso si sentía mucha curiosidad de descubrir algo tan íntimo de ese pequeño, se notaba que también era algo que podía quebrar con fuerza al otro chico, y se tragó su curiosidad por esta vez.

Monstruo de RopaWhere stories live. Discover now