El amor del Zar

Capítulo 6

Valentina

Niego divertida, si Xander; pensaba que no me iba a dar cuenta acerca de las cámaras ocultas en mi habitación, pobre de él. Que agradezca que no lo tengo enfrente, si no; una bala iría para sus pelotas, por acosador estúpido.

Termino de darme una ducha, para luego colocarme el camisón de seda. Salgo del baño con mi arma en alto, sin dudarlo. Disparo en las cuatro esquinas de mi habitación, me río cuando escucho la notificación de mi teléfono.

-Esto no se quedará así, Valentina- X

Me carcajeo, colocándole el seguro a mi arma para ponerla en mi mesita de noche. No dudo en responder.

-¿Qué tal la ducha de agua fría?-

Su respuesta, llega casi al instante.

-Jodete, bruja- X

-Eso te pasa por acosador-

-¿Te diviertes?- X

-Como no tienes una idea-

- ¿De verdad creíste que me masturbaría pensando en ti? ¡Per favore!

-Ni que fueras tan relevante, Novikov-

Aunque no es del todo mentira. Pero el no necesita saber eso, se le inflará el ego y ya se lo he acariciado bastante la noche pasada, como para tenerlo insoportable ahora.

-Una pena, Marchetti. Creo que ya olvide las tantas veces que me hice una paja, pensando en ese maldito trasero que tienes- X

Mi sonrisa se borra de mi rostro, al leer el mensaje. Siento como el calor sube por mi cuerpo y no precisamente a mis mejillas.

Maldito

Esas palabras no debería afectarme, pero demonios. Es imposible no imaginarme a Xander, debajo de la ducha mientras se masturba pensando en mí. La humedad entre mis piernas, es señal de que sus palabras me afectaron más de lo que quiero admitir.

Mi teléfono vibra

-Disfruta de la ducha con agua fría, bruja- X

Gruño

-Bastardo-

Varios toques en la puerta, me sacan de la discusión con el idiota- y mí muy follable ex esposo- bufo, antes de abrir. Solo para encontrarme con la cara del viejo, que no luce muy contento.

-¿Por qué haces tanto escándalo mocosa?- me espeta- son las dos de la mañana-

Aprieto mis labios, para no echarme a reír al ver la cara de Dimitri.

-Oye viejo, ¿a quién te follaste? ¿Un fantasma?-

Me agacho a tiempo cuando saca su arma y me dispara, rompe el florero que hay en una mesa cercana a mi ventana. Me carcajeo al ver su ceño fruncido.

-Oye, me gustaba ese florero- espeto- por cierto, ¿qué tienes en la cara?-

-Es una mascarilla, anti arrugas, mocosa- me responde- me lo recomendó Elisa-

Arqueo una ceja en su dirección, mientras me recargo en la puerta de mi habitación, sonrío en burla.

-Sin ofender, viejo- hablo- te pareces a mi abuela Petra, claro; si ella estuviera viva a sus noventa años-

Me fulmina con la mirada.

-¿Me estas llamando viejo?-

-No, ¿cómo crees?- digo irónica- solo digo, que te ves viejo, nada más- me encojo en hombros- ahora entiendo, por qué nadie cree que tienes cincuenta y cinco, Dima- señalo su cara- acabas de revelarme tu secreto, por cierto, sonríe-