Capítulo 27

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Valentina

Veo como los ojos de Xander se cierran en el momento que cae en la inconsciencia por la pérdida de sangre, Yerik maldice por lo bajo mientras yo siento que la preocupación me carcome todo el sistema al ver que la sangre no deja de salir.

Remy regresa no mucho después, niega en señal de que Darío, aprovechó la oportunidad de todo el escándalo por la bala para huir a sus malditas anchas.

Ya verá ese hijo de perra cuando lo encuentre.

—Necesitamos salir de aquí. Ahora— ordeno— la policía no tardará en llegar y lo que menos necesitamos es estar en el ojo público por culpa de una bala—

—Reina...—

—Ahora dije— siseo con gelidez, miro a Remy— busca un médico pero rápido y que nos espere en la habitación de Xander, si no está para cuando nosotros lleguemos. Vas a lamentarlo Remy—

—Entendido, Reina—

Inclina su cabeza para marcharse, pasando por un lado de Aslan quien se mantiene una distancia prudente de nosotros, la preocupación tiñe sus ojos azules al ver a su hermano en el piso desangrándose.

—Aslan, lleva a tu hermano y a Bruno de regreso al hotel. Los alcanzaremos allá—

—Está hecho— respondo— ¿Necesitas ayuda para moverlo? Xander es pesado—

—Nada con lo que haya lidiado ya— niego— pero si quieres, está bien. ¿Yerik?—

El hombre asiente en nuestra dirección, dándonos el visto bueno para comenzar a movernos y tomo su radio para hablar con los demás guardias.

—Quiero a cinco hombres que nos den cobertura. El Zar ha sido herido y necesitamos salir de aquí de forma rápida y segura, preparen la camioneta— ordeno.

Entendido, Reina

De inmediato varios de nuestros hombres llegan en el momento en que Aslan y Yerik toman a Xander, para alzarlos e irnos del lugar, uno de los guardias me alerta.

—Reina, la policía está cerca—

—Muy bien. ¡Muevanse todos ya!—

Con el paso más rápido que podemos avanzar con mi ex marido herido, logramos atravesar la barrera de gente que corre por todos lados en busca de un refugio de las balas, aunque los disparos han cesado hasta que finalmente, salimos del lugar y uno de los hombres abre la puerta trasera de la camioneta donde colocamos a Xander con cuidado.

Me monto en la parte trasera mientras que Aslan y Yerik, toman los asientos delanteros para arrancar a toda velocidad por las calles en dirección al hotel.

Coloco la cabeza de Xander nuevamente en mis piernas, acaricio su cabello suavemente mientras la palidez de su rostro aumenta por la pérdida de sangre y siento como la preocupación opaca la furia fría del momento.

Me inclino ligeramente para depositar un beso en su frente, cierro los ojos un momento suspirando por lo bajo antes de murmurar.

—Estarás bien, cucciolo—

Tienes que estarlo.

Suspiro mientras salgo del baño después de darme un ducha y cambiarme de ropa mientras estaba en la espera de que el médico nos dijera algo acerca de la salud de Xander. Habíamos logrado volver en buen tiempo antes de que las cosas estuvieran peor con su salud, cuando llegamos al piso Remy ya nos esperaba con un médico para extraer la bala.

Camino en dirección a la puerta conjunta que conecta la suite de Xander con la mía, cuando entro veo que todos los ojos están puestos sobre mí, pero los ignoro hasta acercarme hasta Aslan que se encontraba en la isla de la pequeña cocina mientras bebía un vaso de vodka, se lo quito para acabármelo yo.

El amor del ZarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora