Capítulo 64

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"Dolor"

🖤🖤🖤🖤🖤

Aslan.

Vacío.

Esa es la sensación que me quema en el pecho al momento en que veo como el edificio frente a nosotros se desmorona con la explosión, una gran nube de tierra con viento me golpea en el rostro e inevitablemente, cierro los ojos para cubrirme del polvo y que de alguna manera, toda lo que acaba de suceder haya sido una pesadilla.

No lo es.

El grito de Valentina, me confirma que no es una pesadilla.

Es una cruda realidad dolorosa.

—¡NO! ¡XANDER!—

Observo con un nudo con nudo en la garganta como parte de la explosión junto a la corriente de viento la han tirado al piso pero eso no la permite detenerse, incluso con las heridas que tiene en todo el cuerpo y su sangre que cae a montones en el suelo, Valentina Novikov todavía tiene fuerzas para comenzar a correr hacia el edificio.

—¡Valentina!—

Ella ignora el grito de Remy, simplemente corre con desesperación hacia el edificio en una forma desesperada de encontrar a mi hermano, sin saber que probablemente haya una posibilidad de haya salido del lugar antes de que todo explotara frente a nuestros rostros.

Remy y Yerik, corren detrás de ella para detenerla pero la Dama de hielo, Reina del Alboroto y Zar de la Bratva, los detiene apuntando su arma en dirección a sus rostros. Las lágrimas se deslizan por sus mejillas, su respiración se agita en agonía y un dolor profundo mezclado con miedo brillan en sus ojos negros.

—Valentina, mi niña...— le pide su padre en tono suave, para no alterarla más de lo que ya está— baja el arma...—

—¡No!— grita con verdadero dolor que me golpea el pecho— ¡Tengo que ir por él, Remy! ¡No puedo dejarlo solo! ¡No...!— su voz se apaga— lo necesito...—

—Lo sé, cariño. Pero, no puedes...—

—¡Sí puedo!— su voz vuelve a elevarse— ¡Nadie puede detenerme! ¡Nadie!—

—¿¡Entonces qué harás, Valentina!? ¿¡Me vas a disparar!?— Valentina se queda en silencio, ambos saben que ella no sería capaz de hacerle daño al hombre que la ha criado por más de quince años —¡Entonces hazlo, cariño! ¡Pero mientras que yo esté vivo no vas a volver a entrar en ese maldito edificio!—

—¡No voy a dejarlo solo!—

—Cariño...— es Yerik, quién habla ahora. Valentina cambia la dirección del arma, puedo notar como sus dedos tiemblan con la pistola. Sé que no quiere hacerles daño, pero nunca sabremos hasta dónde puede llegar la desesperación de una persona por salvar a otra— por favor, Val. Baja el arma...—

—No puedo...— un sollozo corta su garganta— no puedo, Yerik. Sabes que no puedo dejarlo solo...él...—

—Lo sé, preciosa. Lo sé, pero piensa...—

—¡No tengo que pensar nada! ¡Nada! ¡Porque lo único que me importa es sacarlo de ahí para que vuelva conmigo!— afirma el agarre en el arma, la sangre comienza a formar un charco debajo de ella que me preocupa. Su rostro se torna un poco pálido, pero la adrenalina que circula por su cuerpo, le impiden preocuparse por ello— ¡Y solamente están haciendo perder mi tiempo!—

—Mi niña, estoy seguro que podremos mandar un equipo...—

—¡Necesito encontrarlo! ¿¡Que no lo entienden!?—

El amor del ZarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora