Capítulo 10

13.4K 1K 94
                                    

Valentina

Camino con paso tembloroso, hacia la morgue donde se encuentra el cuerpo de Dimitri. Hago un enorme esfuerzo por impedir que las lágrimas no caigan por mis mejillas, me cuesta respirar y los latidos de mi corazón son tan fuertes que penetran mis oídos.

Xander, se estaba encargando de los papeles necesarios para trasladar el cuerpo a Rusia, mientras seguía repartiendo la impactante noticia. Habíamos llorado juntos alrededor de una hora completa en el piso de la sala de espera, ambos estamos haciendo un enorme esfuerzo para no derrumbarnos en el abismo.

Cuando llego a la morgue, doy las indicaciones que me dijo Xander. El médico encargado de la autopsia, me mira con cierta empatía, pero mantiene su expresión neutral, me indica que lo siga.

—¿Está segura de querer hacerlo?—

Las lágrimas pican con más fuerza en mis ojos, no quiero hacerlo. Realmente no quiero hacerlo, pero mi cerebro se niega a creer realmente que mi Dimitri, esté muerto que él no es el hombre que está acostado en esa mesa metálica fría y que es un maldito error de persona.

Necesito hacerlo

Le doy un asentimiento al patólogo, tragando el enorme nudo de mi garganta.

—Si—

Retira la sábana con cuidado, hasta que lo veo y me paralizo un momento, al ver el rostro de Dimitri, lo miro con cuidado, detallando cada parte de él.

Es real

Realmente es él

—Ay, dios mío...— murmuro llevándome la mano a mi boca— Dima...—

—Le daré un par de minutos a solas—

Agradezco internamente al patólogo, mientras me acerco más hasta el hombre que me dio una familia. Las piernas me tiemblan horrible, hasta el punto en que cualquier momento van a fallarme.

Miro el rostro de Dimitri, que se encuentra sereno, sin dolor o arrugado en molestia cuando hago mis bromas para molestarlo.

Tranquilo

Levanto una mano temblorosa, para tocar su rostro suavemente. Su piel está tibia, no helada, como si la calidez de su cuerpo nunca se hubiera ido e incluso como si estuviera latente.

Entonces

Me rompo otra vez

Caigo de rodillas, a su lado colocando mi frente en el borde de la fría mesa. Las lágrimas y sollozos, explotan del tanto tiempo en que estuve reteniéndolas. No hay nada que las detenga, honestamente no quiero que lo haga.

Necesito liberarme

Hablo con voz ahogada, sollozando con más fuerza.

—Todavía no tenías que irte, viejo. Se supone que debías jodernos a Xander y a mí, por más tiempo—

Apoyando todo mi peso, en el borde de la mesa. Me levanto para mirarlo una vez más.

—Ay, Dimitri— sollozo— no puedo creerlo, me cuesta verte tanto aquí. No es justo, esto no debía ser así, no debía. ¿Ahora quien va regañarme cuando meta la pata? ¿O quien va dispararme cuando hago un mal chiste de ti, viejo? Te amo, Dimitri Novikov, no sabes cuánto lo hago. Eres el hombre que me dio una familia, eres quien me dio su apoyo cuando lo necesité, eres quien me dio un amor de un padre—

Me inclino para besar su frente con suavidad, viendo como una lágrima cae de mi mejilla hacia la suya.

—Eres mi padre, Dimitri Novikov. Mi amigo. Mi confidente— suspiro entrecortadamente— Te odio, en estos momentos por haberme dejado así. Por romper tu promesa, pero a la vez...— trago duro— sé que estás feliz en el infierno a lado de Svetlana, lo sé, viejito mío—

El amor del ZarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora