Capítulo 21

12.4K 939 226
                                    

Xander

Suspiro por lo bajo ante el frío de la cabaña, abro mis ojos para encontrarme con el techo viejo de la cabaña en donde Valentina y yo, nos hemos refugiado para pasar la noche después de nuestra persecución del día de ayer.

Tallo mis ojos con una de mis manos para quitarme el resto del sueño, giro mi rostro para encontrarme con el de la bruja a centímetros del mío, sus ojos se encuentran cerrados y su respiración es pausada señal de que sigue en el sueño profundo, me permito un momento observar sus facciones.

Hermosa

Creo que nunca me cansaré de decir eso siempre de ella, Valentina es de las mujeres más hermosas que he visto en mi vida después de mi madre. No solo lo digo por su belleza física, sino por cada una de sus cualidades y aptitudes que he visto a lo largo de los años.

Con la yema de mis dedos acaricio suavemente uno de sus pómulos antes de apartar un par de mechones de su rostro, sonrío por lo bajo cuando suspira por lo bajo para aferrarse más al cobertor que nos cubre de manera escasa.

La atraigo más a mi pecho cuando veo que comienza a temblar por el frío, mi sonrisa se ensancha al ver como se aferra a mantenerse pegada a mi pecho, pero sus manos se mantienen en el cobertor.

Es curioso como inconscientemente su cuerpo busca el calor del mío, mientras que su mente a pesar de que duerme se mantiene en alerta de no tocarme, niego con cierta diversión.

Incluso dormida no dejas de ser terca, bruja.

Mi cuerpo se tensa y mantiene alerta en el momento en que escucho varios ruidos afuera, con cuidado de no despertar a la bruja, me pongo de pie para quitarme el saco y colocarlo debajo de su cabeza. Contengo la respiración cuando Valentina, se remueve pero se vuelve a dormir.

No mentía cuando la bruja, es un oso al dormir.

En su otra vida de seguro fue una osa.

Tomo mi arma y me aseguro que tener balas suficientes para matar a quien sea necesario camino a paso lento hacia la puerta, la madera cruje bajo mi peso. Me mantengo cerca de la ventana para escuchar con más atención, los pasos se acercan seguido de susurros lejanos.

—¿Seguro que es por aquí Remy?—

—Sí, esta fue la última área donde los rastreadores mostraron una señal—

—Entonces, deben estar por aquí— afirma Yerik— lo más seguro es que hayan buscado un lugar para refugiarse y pasar la noche—

Suspiro con cierto al oír las voces de nuestros guardaespaldas, al final de cuentas los rastreadores lograron mostrar una señal para que nos encontraran. Abro la puerta y salgo un momento, coloco dos dedos en mi boca para chiflar por lo bajo, llamando su atención.

—Oigan— levanto mi mano— por aquí—

—Zar—

No tardan en acercarse hacia donde me encuentro, sus rostro se relajan visiblemente al notarme más de cerca. Les hago una señal de que deben permanecer en silencio antes de marcar hacia el interior de la cabaña, donde la bruja duerme profundamente.

—Le ha costado dormirse el resto de la noche— susurro— lo mejor es dejarla descansar—

—Necesitamos irnos, Zar— asiento hacia Remy— ya nos deshicimos de los cuerpos que dejaron atrás, pero no es garantía que han dejado de buscarlos—

—Lo sé, lo sé— afirmo— caminamos gran parte del día ayer y noche para encontrar refugio, pensábamos que los rastreadores no tenían cobertura—

El amor del ZarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora