Mi Jefe +18 © [En Proceso]

Capítulo 4

CAPÍTULO 4

Amber.

—¡Carajo, Amber!, ¡muévete! —me zarandean las mejillas y fijo mis ojos en la Valerie histérica que me mira preocupada—. ¡Deja de estar parada como planta y vente a trabajar!.

Ve que sigo sin moverme y me arrastra hasta un escritorio, prácticamente me obliga a sentarme en la silla de enfrente.

Aún sigo sin capacidad de pensar, todo es un revoltijo en mi cabeza y la imagen de mi jefe me nubla los sentidos.

—¡Amber! —doy un respingo ante el grito repentino de mi amiga. Los trabajadores nos miran a ambas y eso es suficiente para que entre en razón—, ¿segura qué estás bien?.

—Si... Es... Estoy bien —balbuceo—. ¿Qué es lo que debemos hacer? —pregunto pérdida.

Debo concentrarme, luego analizaré el hecho de que me acosté con mi jefe, mientras no me haya visto todo está bien, pero si me vió, debo de despedirme de la oportunidad de trabajar aquí.

—¡Mierda Amber! ¿Acaso no prestaste atención? —me regaña.

—Debes de hacer un resumen detallado de todos los movimientos bancarios, manejo de cuentas, transacciones, ingresos, todo lo del último mes sin obviar algún detalle —me giro cuando hablan a mi lado, y veo a Pierce que me mira concentrado en lo que debo de decir.

«¿Como pude ignorar el hecho de que estaba a mi lado?»

—Creo que le has explicado más de lo que deberías —se mete Val.

—Ví que quedaste en el trance que provoca James Anderson y dudo que hayas escuchado más de dos palabras —me avergüenzo de que haya sido tan notorio—. Por lo que mi explicación te ayudará aún más.

—Gra... Gracias Pierce —murmuro como puedo, no tengo cavida para responder algo más y avergonzada me devuelvo al ordenador que descansa en el escritorio junto con miles de documentos al lado.

Agradezco que en parte esta sea mi especialidad y no se me sea tan dificultoso entender.

Valerie está de lleno en lo que debe de hacer, a comparación de mi, ésta area no es que sea de su agrado y debe esforzarse el doble para terminar en el tiempo pactado.

Dejo que mi mente se despavile con todos los números en pantalla. Comienzo mi resumen anotando y analizando números y cuentas, todo está en orden y lo que me toma tiempo es pasarlo en carpeta.

En menos de nada tengo todo resumido en la web de la empresa y en papel para entregarselo a la coordinadora. Me fijo en la hora, y lo he terminado todo en tiempo récord.

Me sorprendo de mi capacidad de terminarlo todo estando viajando en mundos alternos donde no me acuesto con mi jefe y mi suerte no es tan mierda.

—Val —susurro—, ¿cuál es el nombre de la coordinadora?.

Mi amiga suspira cerrando los ojos con fuerza.

—Ines Harris —murmura, me levanto no molestandole más, está concentrada en lo suyo y yo solo quería el nombre para buscar a la mujer.

Camino posando mi vista por todo el lugar, no pregunté cual es su escritorio por lo que debo fijarme uno por uno. Todos están metidos en sus tareas y por lo visto, soy la única que ha terminado el trabajo antes.

La única oficina del piso, está al final de todo y las paredes son de vidrio. Veo a la mujer que estaba junto a mi jefe en la oficina y camino hasta allí.

Toco y ingreso cuando me da el permiso.

—Disculpe, ¿es usted la señora Ines Harris? —pregunto y me siento estúpida al ver el nombre en el escritorio.