Mi Jefe +18 © [En Proceso]

Capítulo 13

CAPÍTULO 13

James.

La veo salir apresurada con las mejillas completamente rojas por la puerta de mi oficina. Cuando por fin desaparece, fulmino a Andrew con la mirada, si pudiera matarlo, ya lo hubiera hecho.

«créanme que si»

—No me digas que ella es la mujer de la que me hablabas —manifiesta apuntando a la puerta. No tarda mucho en aparecer su sonrisa socarrona.

Ruedo los ojos y me vuelvo a sentar.

—¿Qué mierda quieres, Andrew? Habla y vete —sentencio.

—Oye, tranquilo, cero agresividad, mejor cuéntame que es lo que hay entre tú y Amber —me apunta con el dedo y se sienta frente a mi, con la cara completamente seria.

—Lo que realmente sucede es que estoy desesperado, ¡maldita sea! —exclamo—. Jamás me sentí así, estoy caliente la mayoría del tiempo por esa mujer, estoy peor que un puberto y...

Él se carcajea sin que pueda terminar de hablar y lo miro con mala cara.

—¿De qué carajos te ríes? —espeto.

—La deseas James, no le veo lo malo a eso. ¿Qué es lo que te detiene? Por lo que me has dicho, ya te metiste con ella, que lo hagas otra vez no hace mucha diferencia.

—Es que ya lo tengo decidido, nunca tuve que aguantarme las ganas y ahora no tiene porque ser la excepción, estoy harto de verla y fingir que somos solo jefe y empleada —asevero y él solo espera a que continúe—. Voy a dejar que esto me lleve hasta donde me tenga que llevar pero a diferencia de la última vez, no pondré sentimientos de por medio.

—¿Estás seguro de eso? —me cuestiona.

—Más que seguro, Amber ya acepto y lo que tengamos se acabará cuando ya no haya más tensión sexual entre nosotros, luego ya cada quien por su lado.

Asiente pensativo.

—Solo te digo que no la lastimes, Amber parece una buena mujer y que no dejes que los recuerdos de Ali... De ella, se interpongan una vez más.

Se da cuenta de lo último y no tarda en corregirse. Sabe perfectamente que su sola mención me pone de mal humor.

—¿Ha qué has venido? Tengo cosas que hacer, Andrew —cambio rápidamente la conversación.

Ya conozco el rumbo de esta y no voy a permitir volver a lo de siempre.

—Si, como tirarte a tu empleada —suelta con ironía y le lanzo una mira amenzante. Bufa a esto último—. Okey, okey, iré al grano.

—Habla entonces.

Toma aire y desvía la mirada. Está actuando raro y sospecho que lo que dirá no me gustará para nada.

—Scarlett ya tiene fecha de regreso.

—¿Cómo? ¡¿Y por qué me avisas hasta ahora?! —me exalto furioso y emocionado a partes iguales.

«Scarlett sigue siendo la misma inoportuna»

—Si te dignaras a contestar las llamadas, ya fueras el primero que lo sabría —me reprocha y ya se parece a mi madre—, pero eso no es todo.