Mi Jefe +18 © [En Proceso]

CAPÍTULO 48 - CULPA

CAPÍTULO 48.

Culpa.

Valerie.

Las cosas no están yendo bien para nadie. Cada uno vive sus propias batallas, algunas peores que otras, pero batallas al fin. La mía no era ni es la más difícil, pero tampoco la más fácil. Ser madre no estaba en mis planes, y sigue sin estarlo. Veía mi vientre crecer de a poco y siempre terminaba encerrada en mi habitación llorando a mares. Es un sentimiento inevitable, me siento aterrorizada de la idea de tener una hija e inhumana al querer entregarla.

Me siento una completa inútil, un minúsculo problema en la vida de todos, incluso en la de Amber, cuyos problemas son incomparables junto al mío. La veo sufrir cada día de su vida y me parte el alma ver que mi amiga ya no está. La fueron matando lentamente en vida, y dejaron solo un cascarón vacio.

La admiro tanto, porque dudo que otra persona soporte y se mantenga en pie como ella lo hace. Su fortaleza la hace ser quien es.

Los ruidos de la cocina me dispersan. Mi madre se encuentra en una batalla campal contra Andrew, quien asegura que los genes Miller prevalecerán en los de mi hija y Camille se lo discute a muerte.

Había veces en la que quería ser parte de sus casas conversaciones, pero algo me lo impedía. Esta bebé no merece tenerme como madre, es injusto y no sé porqué aquello me da punzadas al corazón.

No puedo escucharlos hablar del embarazo, me enerva.

—Andrew, tenemos que hablar —lo llamo sacándolo de la discusión. Se aclaran la garganta, Camille sabe mi posición, pero siempre que puede me hace ver que va en contra de ello—. Ahora.

Quiero suponer que mi rostro le dice cual es el asunto. Su gran amigo se está comportando como un idiota, él lo sabe, y es quién más lo trata de ayudar para que salga del vicio del alcohol y los clubes, pero no es fácil. Le entiendo, pero Amber no merece esto cuando le está salvando el pellejo a su hermana.

La idea de gritarle en la cara para que el peso de la culpa se le cayera encima, me quema la garganta. Deseo verlo sufrir tanto o más de lo que sufre Amber.

Andrew no rechista y me sigue al despacho de mi padre. Agradezco que no se encuentre, su presencia me causa ganas de asesinarlo después de las disputas que se estaban viviendo en la casa los últimos días.

Él cierra la puerta aguardando solo a unos pocos centímetros de ella.

—¿Qué has sabido sobre el encuentro de James y Amber?

Se cruza de brazos bastante tenso. Le toma unos segundos responderme. La situación se ha vuelto tan nuestra como lo es de ellos.

—James no me ha querido decir nada, por más que insisto, su nombre le repugna.

«Le repugna»

Me salta una vena en la sien y aprieto los bordes del escritorio. Amber renunciando a todo por salvarle la jodida vida, mientras él tira a la borda aquello por lo que ella tanto sufre.

—¿Por qué te enoja tanto? Lo que Amber le hizo es imperdonable, no sé que esperabas.

El que la verdad no la supiera más que yo me deja en una encrucijada.

—¡No sabes nada, así que cállate! —le apunto con el dedo perdiendo el quicio.

—¿Qué? ¿Qué es lo que tengo que saber? ¿El como tu amiga jugó con el mío? Eso ya lo sé, tranquila —se contiene para no alzarme la voz. Le conviene.