Mi Jefe +18 © [En Proceso]

Capítulo 12

CAPÍTULO 12

Amber.

Rara y Tensa.

Así definiría mi relación con Pierce los dos días siguientes a lo sucedido en su ático. Él se nota distante y creo que hace hasta lo imposible por evitarme.
Quisiera darle la importancia que se merece a la razón por la que se distancie de mi, pero no puedo.

Mi cabeza está ocupada pensando en otras cosas y ni siquiera prestar atención a lo que debo de hacer puedo.

Él está en mi cabeza cada segundo y ya me cansé de luchar para que desaparezca de mis pensamientos.

Es que, ¿por qué no dejo de pensar en James?, no es importante en mi vida ni en nada, entonces ¿por qué no sale de mi cabeza?

Quisiera tener respuesta alguna para eso pero no, no la tengo y eso es lo que realmente me preocupa.

Suelto todo cuando la frustración me gana y aunque intente, no puedo concentrarme en mi trabajo.

Pierce a mi lado ni siquiera me mira, está sumido en la computadora tecleando y yo estoy en segundo plano en su realidad.

Y Valerie, bueno ella literalmente vive suspirando por Liam y si no es el caso, está junto a él como ahora que no se encuentra en su puesto junto a mi lado.

De soslayo veo acercarse a mi lugar a la señora Ines, que no parece de muy buen humor que digamos.

—Harrington, el señor Anderson la solicita en su oficina, ya —informa en un tono algo hostil que no me da para agregar algo, solo asentir mientras paso saliva.

Y yo que quería evitar verlo.

La vida definitivamente no me quiere o tiene algo contra mí. Otra explicación a esto no tengo.

«Últimamente no tengo explicación a nada de lo que sucede»

La veo alejarse así como llegó y me coloco de pie para ir a la oficina del hombre que parece estar amarrado a mi consciencia.

Ya hasta digo incoherencias.

Cuando llego a la planta de jefes y socios, la "asistente personal" de mi jefe me fulmina con la mirada al pasar por su escritorio sin preguntar si el señor James me puede recibir o no.

No soy la clase de persona que se cree superior a alguien o ignora a las personas como si no importasen, pero con ella me sale al natural hacerlo. Es un comportamiento que no me gusta pero no puedo hacer nada en contra de ello.

Ni siquiera con Nataly he actuado de tal manera.

Hasta creería que estoy un poco celo... ¡No! No puede ser eso, solo debo estar algo confundida.

«Si, eso debe ser»

El "CEO" nunca me pareció tan intimidante como lo es ahora que estoy frente a la puerta de su oficina. No sé como explicar lo que me hace sentir, al igual que no se explicar que es lo que me sucede con él.

Toco y escucho el "adelante". Solo con escuchar su voz, siento los mil voltios que recibe mi cuerpo.

—¿Me mandó a llamar, señor? —me asomo en la puerta, evitando el pasar.

—Necesito que vea esto —hace un ademán con la mano para que me adentre a la oficina y lo dudo unos segundos, pero finalmente entro a la oficina, caminando hasta colocarme a su lado y diviso la tableta digital que sujeta—. No creo que vea demasiado estando parada, agachese —espeta con voz dura.