Capítulo 14

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CAPÍTULO 14

Amber.

Ciertas partes de mi cuerpo arden y algunas las siento adoloridas. Es como si hubiese hecho horas y horas de ejercicio.

«Ejercicio no, pero otra cosa si»

Me muevo incómoda pero el brazo de James —que no había notado que estaba enrollado en mi cintura—, me apretuja más contra su torso, por lo que quedo inmovilizada.

Aún no abro los ojos, la sensación de bienestar y familiaridad inexplicable que me abarca me dice que puedo quedarme un rato más en la cama y que disfrute de estas extrañas, pero agradables sensaciones que me provoca James.

Me es raro que algo no tan nuevo para mi, me haga sentir tan plena como me siento ahora mismo.

Él se remueve a mi lado y en eso, afloja el agarre. Aprovecho para darme la vuelta y quedar de frente a él, quien ya se encuentra despierto con esos brillantes ojos puestos en mí.

—Buenos días, preciosa —su voz sale demasiado ronca y quedo hipnotizada con la seductora sonrisa que me da.

Acaba de despertar y ni con eso deja de ser tan guapo, al contrario, parece muchísimo más atractivo así, relajado y con una expresión juvenil.

«Y yo que debo de estar como un espantapájaros»

—Buenos días, James —me avergüenzo de lo débil que se proyecta mi voz y es que tenerlo desnudo en todo su esplendor no es que ayude en algo con todas mis emociones.

Parece darse cuenta de ello y solo suelta una risilla que me deja más idiotizada de lo que ya estoy.

«Que risa más hermosa»

—Ven, aún es temprano, puedes seguir durmiendo —me atrae a su pecho con cuidado y me acurruco en sus brazos cerrando los ojos. Sus dedos comienzan un recorrido en mi melena enmarañada, la calidez de su cuerpo me da tanta paz y sin darme cuenta, vuelvo a caer rendida en un sueño profundo.

Al abrir los ojos otra vez, me exalto al ver el otro lado de la cama vacía y, solo por un momento, creí que todo había sido un sueño. Pero se que no lo fue, las marcas en mi cuerpo me dicen que no es así. Las preguntas del porqué se ha ido sin decir nada llegan como balas, pero el ruido de unos murmullos fuera de la habitación me hacen entrar en duda.

Llevo mi mano hasta la bata que cuelga de la silla a mi izquierda y me la coloco con prisa. Salgo de la habitación y me detengo en seco al encontrar a Valerie y a James mirándose entre sorprendidos y extrañados.

«Oh, no»

Este último se encuentra totalmente tenso y es que, dejó muy enclaro como quería mantener esto y era que nadie más supiera nada.

«De todas formas ella lo sabría»

Tal vez estaría más preocupada por la situación incomoda, sino fuera porque al observar el rostro de mi amiga, capto los ojos rojos e hinchados difíciles de ignorar.

—James... podemos hablar luego ¿sí? —inquiero lentamente en su dirección, él asiente un poco más relajado y, es en este momento que al observarlo me percato de que está pulcramente vestido para ir a su empresa.

—Está bien, nos veremos luego —acepta con voz firme y me quedo inmóvil cuando toma mi rostro y estampa un casto beso en mis labios—. Tienes permiso de llegar tarde —susurra solo para mí.

No puedo hablar, solo lo observo mirar por última vez a Valerie y encaminarse a la puerta para salir por esta.

Logro salir de mi estupefacción y dirijo mi mirada a la persona que me preocupa en este instante.

Mi Jefe +18 © [En Proceso]Where stories live. Discover now