El hombre araña (Peter Parker y tú)

La fiesta de Harry: ¿Está pasando?

||•|| _____ Stark ||•||

El viernes llegó más pronto de lo que esperaba. Por la noche me estaba preparando para ir a la fiesta de Harry. Me decidí por algo sencillo pero que se viera empoderado: un vestido negro liso arriba de las rodillas sin estampados de cuello de tortuga y mangas largas, unas medias negras  arriba de las rodillas y unos botines de hebilla que combinaran. Me pinté los labios y alacié mi cabello.

Preparé mi bolso con dinero suficiente, cosas de higiene, mi celular, cargador y las llaves de casa. Miré una última vez la pantalla de mi celular sólo para encontrarme con un mensaje de Bae.

Llego en quince minutos.

Lo había recibido hace diez, debía estar próximo a llegar. Bajé a la sala y ahí estaban Nadir con Bucky haciendo un fuerte de frazadas y sillas.

— ¿Te irás así? —preguntó Bucky frunciendo el ceño.

— ¿Qué tiene? —pregunté mirando la ropa que llevaba puesta.

—Vas a una fiesta pero eso no se ve bien, vete a poner algo más largo o unos pantalones —se quejó.

—Oh, vamos, no está demasiado atrevido —defendí mi vestuario—, además, me gusta.

— ¿Qué? No, no debes ponerte eso. Ve a ponerte otra cosa, más noche hará frío y no quiero ir por ti y decirte "te lo dije".

—No, no irás por mí. Kozlov me dio permiso de quedarme en casa de Harry.

— ¿Quedarte en...? —abrió los ojos con exageración mirándome. Casi estaba segura que le daría un infarto de oírme—. ¿Y en qué momento me pidieron a mí mi opinión?

—Oh, vamos. Conozco a Harry hace años —me defendí aguantando la risa.

— ¡_____! —le gritó a Kozlov—. ¡¿Dejaste a la niña quedarse en esa fiesta?!

— ¡Sí, ¿quieres guardar silencio? Estoy en una llamada! —gritó desde su taller.

—Debes estar jugando —masculló levantándose del suelo sólo para ir hacia su taller.

O esa era la intención cuando tocaron el timbre, a lo que se detuvo y me miró como sospechando que era para mí. Iba a ir abrir pero él prácticamente corrió hacia la puerta.

— ¡Bucky! —reclamé yendo detrás suyo con cierta prisa.

Aún así abrió la puerta. Pude ver a Bae, venía vestido con una camiseta negra, encima una camisa cuadrille en color marrón claro, pantalones del color de su camisa y unas vans negras. La altura y porte le ayudaban mucho con ese conjunto de ropa.

Pero me preocupaba cómo reaccionara el viejito.

—Buenas noches —saludó Bae cortésmente—, vengo a recoger a _____.

Y Bucky lo miró antes de verme a mí con una cara que denotaba un: "¿Es una broma acaso?"

Bae y yo nos miramos, sentí un sonrojo de vergüenza en el rostro pero él parecía demasiado relajado.

— ¿Irán juntos a la fiesta? —preguntó Bucky.

—Sí, señor —afirmó—, iremos en mi coche.

Y nuevamente volteó a mirarme.

—Quiero tu identificación —le pidió—, y te tomaré una fotografía.

— ¡Buck!

—Y a las placas de tu coche —prosiguió seguro de lo que decía—, no dejaré que te la lleves a una fiesta sin tener al menos información tuya, y quiero el número de tus padres para llamarlos si algo pasa.