El hombre araña (Peter Parker y tú)

No es lo que parece: Mal momento

||•|| Peter Parker ||•||

— ¿Qué mierda está pasando aquí?

Volteamos a ver ambos a la puerta en donde Kozlov nos miró. S.J. me tiró de la cama para levantarse.

—N-no es lo que parece, en serio —mi novia se levantó rápidamente—, es que yo...

— ¡Hola! —saludé—, ¿es normal verte de cabeza?

—Debes estar jugando —escuché a Kozlov antes de acercarse a S.J.—, ¿están drogados?

—Qué buena intuición tienes, en serio —solté una risa que no pude controlar.

—Yo no, él sí —dijo S.J.

— ¿Trajiste a un chico drogado a mi casa?

—E-es que no podía dejar que se fuera a su casa, ¡Peter, ponte la maldita camisa!

||•|| _____ Stark ||•||

—Tú y yo vamos a tener la charla —me amenazó Kozlov.

—No, no de nuevo —me quejé—, ¿sabes lo incómodo que es hablar de sexo?

—Hablaba de la plática sobre las drogas, pero ahora que lo dices yo creo que eso también lo vamos a hablar. Dile a tu novio que se ponga la camiseta y que no se atreva a acercarse así a mi hijo o le voy a patear el trasero.

La miré salir de la habitación y cerró la puerta mientras Peter seguía acariciándose su cabello mirando el techo.

—El techo se expande, como si fuera el Big Bang ante mis ojos. Ojos, hojas, rojos, mocos —nuevamente soltó otra risa.

—Ya estuvo bien de esto, deja de hacer tu berrinche de una buena vez. Te vas a poner la camiseta y no te la vas a quitar de nuevo o te prometo que le pondré pegamento súper resistente para que no te la puedas quitar nunca más —me quejé antes de ponerle a como pude su camiseta. Tratar de vestirlo era peor que intentar ayudar a Nadir a ponerse los zapatos.

— ¿Estás molesta?

—Sí, lo estoy —respondí sentándome a su lado al lograr ponerle la camiseta—, ¿por qué carajo aceptaste comerte un brownie con cannabis?

—Parecía de chocolate —esta vez respondió con una voz floja, apenas y se le entendía lo que hablaba—, cocholate, chocholate —esbozó otra sonrisa—, no sé.

—Esto fue una de tus peores decisiones, en serio —me levanté dispuesta a salir pero sentí su mano sobre mi tobillo.

— ¿Estás molesta conmigo? No te molestes conmigo, lo lamento. La chica de la escuela estaba muy necia con que la siguiera.

— ¿De qué demonios hablas ahora?

—Fui a buscarte y me detuvo, no me dejó ir a buscarte —se quejó y por el tono de voz se oía enfadado—, le dije que me soltara para orte a buscar, abejita, le dije que te ibas a enfadar si me seguía tocando la cara ¿y sabes qué me dijo?

— ¿Qué te dijo? —me estaba aguantando la risa al ver que en serio creía que yo había sido otra chica que lo había encontrado.

—Que era mi novia —negó antes de ir a gatas hasta la cama.

— ¿Por qué no te levantas y caminas?

—No, me voy a caer, el suelo es seguro, si estoy cerca del suelo no me voy a caer, mi cabeza cuando estoy arriba está lejos del suelo, así me siento seguro.