El visitante: ¿Nos conocemos?

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_____ Stark

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┌→❝ Los sueños son vistas de otros universos  ❞

Me encontraba caminando por un pasillo con una curva rodeado de ventanales de cuerpo completo. El lugar incluso recibiendo la luz por los ventanales era oscuro y parecía saber bien adónde me dirigía porque no estaba desorientada en mi caminar. Al llegar al final del pasillo habían unas escaleras que subí , eran de piedra y los muros estaban prácticamente al ras de cada peldaño. Por fin llegué a lo que parecía ser una biblioteca, estaba llena de polvo, a oscuras y con una esfera astronómica que levitaba en el techo del lugar.

— ¿Lo conseguiste? —Una voz varonil se escuchaba en el lugar, era ronca y parecía sereno quien hablaba.

—Así es, el libro de los Vishanti. —Mostré el libro que traía en mi mano derecha—. Está hecho.

— ¿Valió la pena? ¿Qué hiciste con el mago y la niña?

—Olvídate de ellos, ¿quieres? Traje lo que necesito.

— ¿Lo hiciste de nuevo? Creí que acordamos que traicionar era lo que te había traído conmigo en un inicio.

—Puedes cuestionar mis métodos pero no mis resultados —reclamé—. Hice lo que debía, es todo. Ahora déjame verlo.

—Está muy grave.

—Tengo que verlo ahora —di un par de pasos antes que una sombra se cruzara en mi camino y me impidiera el paso—. No puede ser, ¿y ahora qué?

—Entrégame el libro.

—No, tenemos un trato. Lo usaré para sanarlo y después será tuyo, lo pactamos.

—Pactamos que podrías sanarlo, pero nunca que te dejaría verlo.

—El libro de los Vishanti está bajo mi poder y no puedes tomarlo sin que te lo haya cedido. Encárgate de cumplir tu parte y yo haré lo mío.

—Eres tan necia. Pudiendo tener lo que quieras lo arriesgas todo por salvarlo a él. ¡Eres una tonta!

—In umbra conscientiae meae, omnes daemones rego —comencé a recitar en latín y un grito agudo salió de la garganta del tipo frente a mí—. ¡In umbra conscientiae meae, omnes daemones rego!

— ¡Bien! —Exclamó cubriendo sus oídos—. Tú ganas, tú ganas. Te dejaré ver a tu padre pero hay condiciones.

—Yo realizaré mis propias condiciones —amenacé girando el aro del anillo que traía en una de mis manos—. Será a mi modo, como siempre lo ha sido. Puedes ser un jodido ente sobrenatural, pero recuerda que sigues bajo mi jodido mando hasta que yo lo decida, que no se te olvide tu maldito lugar.

No vi la cara del hombre con quien parecía estar discutiendo, seguí mi camino haciéndolo a un lado para cruzar una segunda puerta.

Después de eso abrí los ojos y me incorporé a mi cama. Esos sueños tan raros continuaban todas las noches, ni siquiera entendía qué demonios estaba pasando. Me levanté de mi cama dispuesta a prepararme para el evento de Nadir. Me duché y me puse ropa deportiva para ir cómoda a su partido.

— ¡Nadir, ¿estás listo?! —Kozlov estaba en la cocina preparando el desayuno antes del partido que Nadir jugaría esa mañana.

En la sala, Bucky se encargaba de Margot tratando de hacerla parar de llorar en lo que le daba su biberón; bajé en dirección a la cocina para ayudar a mi tía.

El hombre araña (Peter Parker y tú)Where stories live. Discover now