El hombre araña (Peter Parker y tú)

La tutela: ¿Y tú quién carajo eres?

||•|| _____ Stark ||•||

La semana pasó muy rápido, o eso sentí yo. Ya era el día de ir al juzgado para conocer a la tipa con la cual me quedaría y se haría pasar por mi tutora legal ahora.

Seguía molesta, en especial porque el hecho en que me dejara bajo la tutela de alguien que en mi puta vida había visto parecía más un tema de adopción de un perro que de cuidar a una persona. De ser posible en ese mismo instante pediría mi emancipación.

Me vestí con unos skinny jeans que les hice unos dobleces de dos cuartos, unas converse clásicas color negro y un suéter de estambre que me quedaba holgado de color negro para contrastar.

Había hecho ya las "maletas" para la mudanza que tendría, aunque realmente no me llevaría mucho, simplemente las mudas de ropa que había conseguido unos días antes Happy cuando fue de compras.

Todo cabía perfectamente bien en una mochila así que apenas metí todo, colgué la mochila en mis hombros. Miré en la mesa de noche el brazalete del Iron-Suit. Lo iba a dejar pero no pude hacerlo, simplemente lo tomé y me lo puse.

Bajé las escaleras dispuesta a irme cuando escuché hablar a Pepper.

- ¿Estás lista?

-Me iré sola -respondí antes de abrir la puerta.

-Deberé acompañarte -respondió-, además, resulta ser que no hay temas que tratar sólo contigo en el juzgado.

Di un respiro hondo antes de verla, la vi tomar su bolso. Salimos de la cabaña, Morgan a esa hora estaba en el preescolar así que no debía dejarla a cargo de nadie. Nosotros fuimos en el coche de Pepper en dirección a los juzgados.

Al llegar, fuimos a la oficina del juzgado en donde se trataría el tema de la herencia de papá. Ella saludó al notario encargado.

-Señora Stark, qué gusto verla -habló el tipo-, han sido días caóticos, ¿No es así?

-Bueno, un poco con las juntas pendientes pero lo soporto bien -dijo Pepper antes de estrechar sus manos y tomar asiento.

-Supongo que ella es _____ ¿No?

-Sí, ella es la hija mayor de Tony.

-Toda una señorita -dijo el hombre-, tienes los ojos de tu padre.

- ¿De quién más si no? -pregunté con obviedad-. Se llama genética, es biología básica.

-Igual de encantadora que él también -murmuró con una sonrisa forzada entonces.

- ¿A quién esperamos?, ¿Por qué no hemos empezado ya?

-E-estamos esperando a tu tutora en cuestión -explicó el hombre-, no debe tardar, la agente Kozlov es demasiado puntual.

-Pues no sé qué crea puntual pero ya se tardó -respondí entonces cruzada de brazos.

-Ya no tardará, espero -dijo el tipo jugando nerviosamente con su pluma en la mano derecha.

Pasaron otros diez incómodos minutos hasta que tocaron la puerta, el notario pareció más relajado.