El hombre araña (Peter Parker y tú)

Enfrentando el cambio: Una salida como antes

||•|| _____ Stark ||•||

Regresé a casa y directamente fui a encerrarme en mi habitación, me puse los audífonos y no quise prestar atención de mi alrededor, sólo cerré los ojos un momento. en mi cabeza sólo pasaba el hecho que mi mejor amiga la había visto hoy y estaba muy cambiada.

¿Y Harry cómo se encontraría? Hace mucho no sabía de nadie, prácticamente desde que papá no estaba porque cerré todas mis redes. Por un momento me entró la curiosidad y quise contactarlos. Me incorporé a la cama y tomé mi laptop. Contemplé la pantalla apagada por un minuto y luego de debatir sobre si encenderla o no, lo hice.

Me metí a mis redes sociales y los busqué. Sara fue la primera en aparecerme, en esos cinco años había viajado mucho y salido con varios chicos. Bueno, tenía ya de antemano información de saber que ella y Harry no salían más. Poco después me encontré con una fotografía de ella con un hombre que no reconocía y una niña en brazos, eso me pareció tan raro porque en sus últimas fotografías salían mucho ellos tres.

Tuve miedo de mandarle un mensaje. Era obvio que nosotros habíamos cambiado mucho, tal vez ni siquiera era buena idea mandarle un mensaje.

Acto seguido de salir del perfil de Sara me atreví a buscar a Harry, el chico que había sido mi mejor amigo desde los cinco años. A diferencia de Sara, él también parecía haberse desaparecido con el chasquido, recientemente había vuelto a tener actividad posteando estupideces todo el tiempo. Con él era un poco más probable el hecho de juntarnos pero tampoco me atreví a mandarle un mensaje al menos saludando.

Cerré la laptop y tamborileé mis dedos sobre la tapa unos segundos por la sensación de incomodidad que me creé sola. Di un suspiro de pesar, estaba indecisa entre hablarles o no. Al final abrí de nuevo la portátil y después de mucho pensar, mandé un mensaje a Harry.

¿Sabes cuántos elefantes existen en África?

Esperaba que ese mensaje fuera suficiente casual para evitar el hecho que sonara a algo demasiado directo.

No tardó ni tres minutos en contestarme.

¿Te parece que soy elefantólogo?

Esbocé una sonrisa entristecida al leer su mensaje. Era como contactar a un muerto por ouija.

¿No eres elefantólogo?

No voy censando a los elefantes que conozco.

¿Cuántos elefantes conoces?

¿Hasta ahora? Ninguno v:

Su respuesta sólo me hizo soltar una risa. Ese era el idiota de Harry que conocía, estaba segura.

Me quedé esperando mi coche y jamás me lo compraste.

No, pasaron cinco años, ¿sí te diste cuenta?

Ya decía yo. Creí que te habías ido al Polo Norte por lavado de dinero xdxdxd

Negué cuando me llegó su mensaje. Extrañamente ese idiota me hacía feliz. Jamás pensé decir que lo extrañaba tanto.

Ahora hice un sindicato de duendes.

Ah, eso explica por qué Santa anda din personal.
Gin*
Din**
Ptm
F
I
N***