El hombre araña (Peter Parker y tú)

Una mala compra: ¿Qué demonios está pasando?

||•|| _____ Stark ||•||

Al día siguiente en el almuerzo en el colegio. Peter y yo estábamos en la cafetería. Estábamos jugando Akinator y por el momento ya le habíamos ganado un par de veces al adivino virtual.

— ¿Qué te parece salir el viernes por la noche al cine? —me preguntó Peter.

— ¿Al cine? —pregunté antes de seleccionar la opción en el celular para dar pistas a Akinator—. De acuerdo, ¿pasas por mí?

—Claro, siempre lo hago. Además, posiblemente May salga con alguien. No me ha querido decir con quién se ve, pero estoy seguro que tiene un novio, o algo así.

— ¿Algo así? —lo miré de reojo entonces—, ¿por qué lo dices?

—Porque deberías verla, siempre habla a escondidas con alguien, tarda más de lo habitual, se arregla más. Tiene novio, estoy seguro.

—Vamos, seguro sólo ha querido cambiar de estilo y está experimentando. ¿Por qué el hecho de ponerse bonita les hace creer a ustedes que es porque estamos saliendo con alguien?

—Porque ustedes no suelen cambiar de estilo si no es para cerrar ciclos o hacer que volteen a verlas.

—Habla por ti —reí—, eso de cambiar de estilo, no me va. El estilo es mi segundo nombre.

—Claro que no, ese no es tu segundo nombre.

—Para mi lo es —le robé un pequeño beso que de inmediato le provocó una sonrisa en el rostro.

Todo iba bien hasta que...

— ¡Y venimos con una súper estrella de redes sociales! —escuchamos la irritante voz de Flash.

—No puede ser —volví a quejarme mientras escondía mi rostro sobre el pecho de mi novio un instante.

—Hola, S.J., saluda a mis seguidores, amiga.

Desde que Flash se sentía influencer era el triple de molesto que antes en especial por el hecho de grabar todo el tiempo, a todas horas, y porque con frecuencia trataba de meterme a mí en sus directos. Aunque no lo culpaba, yo vería su estúpido canal sólo para ver lo grandiosa que salía en sus vídeos.

—No somos amigos —fue lo primero que dije mientras tomaba una de las uvas del plato de Peter—, ni siquiera te conozco, deja de grabarme.

Flash soltó una risa y se sentó en medio de mi novio y de mí.

— ¿Alguna vez han visto a dos amigos más cercanos que S.J. y yo?

—No somos amigos. ¿Quieres irte al diablo? Invades mi espacio personal.

—Ella siempre es tan bromista.

—No, no es una broma...

—Y tan agradable.

—No soy agradable, soy grandiosa, quítate de aquí ya, maldito raro falto de atención.

— ¿Qué dicen? —fingió que alguien le hablaba—, ¡vayamos a ver al resto de amigos de Flash! Basta chicos, no peleen por mí.