El hombre araña (Peter Parker y tú)

Una mala decisión: ¿Qué demonios planeas?

||•|| _____ Stark ||•||

— ¡Puta madre, S.J. ¿Me puedes decir qué mierda pasa contigo? me acabas de bajar la pinche azúcar! —Wade estaba tomándome con sus dos manos de uno de mis brazos.

Yo estaba prácticamente pendiendo de él, si decidía soltarme no habría nada que parase la caída, tan sólo la acera cuando mi cuerpo terminara por chocar en contra de ella.

— ¡¿Qué mierda haces tú aquí?! —traté de forcejear con él pero terminó levantándome.

En contra de mi voluntad me hizo volver a meterme detrás de la barda de seguridad del techo de aquél enorme edificio. El peso nos ganó y acabamos los dos cayendo en el suelo del techo.

— ¡¿Pero en qué madres estás pensando?! —me regañó cuando por fin volvimos a la zona segura.

Él se levantó y comenzó a caminar de un lado a otro. No llevaba puesto el traje así que su cara llena de cicatrices estaba expuesta mientras se pasaba las manos por la cabeza con desesperación.

— ¿Qué carajo haces aquí? —repetí mi pregunta pero él no dejaba de caminar de un lado a otro—. ¡Maldita sea, Wade, ¿Qué putas hacías aquí?!

— ¡Yo vivo aquí, puta madre! —me gritó cuando por fin dejó de caminar para prestarme atención—, ¡¿Me puedes explicar qué mierda planeabas hacer? Mírate, estuviste a nada de matarte!

— ¡Sí y lo arruinaste!

— ¿Qué? —el silencio invadió esa discusión.

Cerré los ojos y bajé la cabeza entonces. ¿Cómo mierda le iba a explicar que deseaba hacerlo? Que seguramente ahora mismo ya todo hubiera podido terminar de no ser él quien interviniera.

—Pude haberlo hecho, no necesitaba que me salvaras, carajo —reclamé.

— ¡Ni siquiera sabes lo que dices!

— ¡Sé lo que digo! —lo interrumpí—, ¡Lo quería hacer, Wade!

— ¡¿Por qué?!

— ¡Porque estoy harta, con un carajo! —por un momento me acosté en el techo y me cubrí la cara antes de soltar un grito que se ahogó entre mis manos—. Ya no quiero esta mierda, entiende. Me quiero morir. No debiste salvarme —solté el primer sollozo—, no debías hacerlo, carajo.

Wade no respondió, simplemente se sentó a un lado mío. Soltó un suspiro de pesar antes de acostarse también.

—Sé que es una cagada oírlo pero lo diré —avisó—. Tony no estaría contento de saber lo que ibas a hacer.

—Él ya no está aquí, cierra la puta boca.

— ¿Y pensaste en Happy?, ¿En Pepper?, ¿En Peter?, ¿En Harry o Sara?, ¿En mí? —insistió—. Él ya no está pero nosotros sí. ¿Crees que tu padre era al único que le importabas? Ibas a cometer una estupidez.

— ¿Y debo seguir fingiendo que no pasa nada sólo por ustedes? Ya no quiero esto —insistí—. No quiero seguirme sintiendo así.

—Perdiste a tu padre pero no eres la primera que perdió gente importante y no vas a ser la última a la cual le pase eso —fue su respuesta antes de oírlo soltar un suspiro de pesar—. ¿Es en serio lo que quieres?, ¿Eso de aventarte y dejar toda tu cabezota abierta como sandía? —lo miré por un momento y él estaba atento a ver las nubes en el cielo—. Es la salida fácil.