El hombre araña (Peter Parker y tú)

El viaje: Empezando mal el plan

||•|| Peter Parker ||•||

Para el lunes, desde temprano comencé a preparar mi maleta. Una vez me llamaron por teléfono, de nuevo un número desconocido, así que sólo lo silencié. Una vez que miré mi maleta, observé mi clóset, específicamente en donde tenía mi traje.

— ¿Hambre? —y antes de poder reaccionar, May me tiró una banana a la cara. La miré cubrirse la boca para reír—, perdóname, creí que podías presentir eso con tu "punzada".

—Por favor, no empieces a decirle mi punzada...

— ¿Y cómo es eso?, ¿puedes esquivar balas pero no plátanos?

—No, es que necesito estas vacaciones —comenté al verla entrar a la habitación—, en serio me urgen.

May me abrazó entonces.

—Te las mereces, sí —y una vez que se separó la miré dirigirse a la salida de mi cuarto—. ¿Sabes qué? Empaca tu traje, tengo una punzada.

— ¡Por favor, deja de decir "punzada", May! —le pedí casi en tono de súplica, miré mi clóset y fui a cerrarlo—. No, no, no.

Terminé de hacer mi maleta por fin.

— ¿Todo listo? —preguntó May de nuevo cuando volvió a pasar por la habitación.

—Sí, iré al baño rápido y nos vamos.

—Bien, apresúrate o llegaremos tarde.

—Sí, May. No tardaré —asentí antes de ir al baño antes de bajar al coche de mi tía para ir al aeropuerto en donde nos encontraríamos los que iríamos al viaje.

Al salir, bajamos del edificio al coche. Nos dirigimos al aeropuerto y en todo el camino me encontraba muy nervioso.

—Está bien, vas a estar bien —habló May mientras miraba el camino—. No te alejes de tu maestro ni compañeros, no hables con extraños y si te pierdes acércate a los policías.

—Claro, May —miré el estacionamiento del aeropuerto en espera de ver el coche de mi novia o el coche de Kozlov, al final miré el Cadillac rojo estacionarse y de ahí salir S.J. tomando sus maletas de la cajuela.

—De acuerdo, nos vemos, cuídate —y esta vez salí del coche también para sacar mi maleta y mochila.

Me miré con mi novia y la saludé con mi mano. La miré despedirse de quien la había traído y se acercó a mí.

—Hola, arañita.

—Hola, abejita —sonreí—, ¿estás lista?

—Será mi primera vez viajando en avión comercial así que creo que no —soltó una pequeña risa—, ¿nos sentaremos juntos?

Ambos nos dirigimos al interior del aeropuerto.

—Sí, claro que... —Pero miré a Ned que ya me esperaba y al verme nos saludó desde lejos—. O creo que no.

— ¿Qué?, ¿por qué no?

—E-es que le prometí a Ned que nos íbamos a sentar juntos —le comenté a mi novia—, pero será sólo en el vuelo de ida, podemos sentarnos juntos de regreso, lo prometo.

—De acuerdo —asintió mi novia aunque por su tono de voz sabía que no estaba tan segura pero tampoco se negó me dedicó una pequeña sonrisa.

— ¡Hola! —Ned se acercó a nosotros—, ¿listos? ¡Iremos a Europa! Dicen que será grandioso.