Capítulo 3.

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Party.

Theo.

Las mujeres que se adentran en la discoteca se ganan la mirada de los hombres y de las mujeres del lugar.

Las observo desde el balcón de la zona VIP, la que porta el vestido plateado me mira por encima del hombro. Sus ojos demuestran molestia, pero no le bajo la mira, ella tampoco lo hace hasta que es imposible seguir viéndonos.

Sube las escaleras y camina hacia nuestra mesa.

—Buenas noches. —Saluda, mi mejor amigo se levanta para recibirlas. Toma a ambas de las manos y les da una vuelta sacándoles una sonrisa.

—¿No que tú no venías? —me reprocha Madison Blake acercándose a mí.

—Pero aquí estoy, ¿te molesta?

—De hecho, si, tu mera presencia me incomoda.

Me levanto del gran mueble de cuero quedando frente a ella, debe subir la cabeza para verme a los ojos.

—¿A qué se debe la molestia? Según tú no soy más que un idiota que te tomo en el campo de fútbol y según tu padre mi familia no está más que compuesta por ladrones y traidores. Solo pasa de mí y déjame en paz. —La rabia es quien habla por mí.

Se desconcierta con lo último que le digo.

—Bueno, si mi padre lo dice algún motivo debe tener. —Mantiene un semblante frío.

—Claro, es que es muy diferente a ti —le contesto—. Él sí sabe mover sus fichas haciéndose notar sin importar a quien traiciona, en cambio, tú eres una cría que se molesta porque su novio salió de fiesta con unas mujeres.

—Si me molesta o no, no te incumbe —se acerca más a mí—. Al menos yo no ando mintiéndole a mi novio sobre lo que hago y dejo de hacer.

—¡Buenas noches! —la llegada de Isabella nos interrumpe, lleva puesto un vestido blanco muy ajustado con un escote bastante grande.

Se acerca y me besa, es un beso lleno de falsedad. Ella no siente nada por mí ni yo por ella, nuestra relación no es más que una farsa creada por nuestras familias para beneficio propio.

Me siento en el sofá invitándola a sentarse en mi regazo, si vamos a fingir, al menos lo haremos bien.

Madison Blake me repara molesta, rueda los ojos y se aparta.

—Vamos por unas bebidas —le pide a su amiga.

—¿Por qué no se llevan? —Jacob se acerca con el vaso de Whisky en la mano—, digo, por lo que me has contado...

—Es una cría caprichosa y malcriada, además, es una Blake y eso la saca automáticamente de la lista de personas que tolero. —Cambio el tema antes de que se le salga lo que iba a decir, el alcohol le suelta la lengua de más.

—¿Toleras? —enarca una ceja abrazándome e Isabella le sigue la corriente haciendo lo mismo—. ¡Oh vamos! Admite que me amas, si fueses gay yo sería tu crush.

—¡Suéltenme! —intento quitármelos de encima, pero me abrazan más fuerte sacándome una risa que se borra rápido, no suelo reír mucho.

—¡¿Este es un tipo de trío extraño?! —la voz de la amiga de Blake inunda la zona VIP.

—Claro que sí, ¿te unes? Así formamos el cuarteto. —Jacob la invita recibiendo las bebidas que trae.

—No, gracias. Prefiero las orgias. —Contesta con el mismo humor.

Blake se aparta del resto con la llamada que le entra, discute con alguien por teléfono. La conversación parece molestarla bastante. ¿Qué mierda hago pendiente a ella? No hay ni rastros de a quien conocí y esta nueva versión debería de no importarme.

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