Capítulo 7.

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Esta es una referencia a como más o menos yo los imagino, ustedes pueden imaginar los vestuarios como deseen🤍.

Notte di caos.

Narrador omnisciente.

Dos días después.

La menor de los Blake espera a Theo Maxwell en la puerta de la mansión de los Longwell. Está ansiosa y nerviosa por lo que ocurrirá esta noche y los latidos como un tambor sin cesar son una clara muestra.

El gran portón de hierro se abre dando paso al Lamborghini aventador negro, Theo se baja del auto con un traje rojo con detalles negro hecho a la medida. Sus ojos se deslumbran admirando a la mujer que lleva puesto un vestido negro que a pesar del color oscuro no la hará pasar desapercibida ante nadie.

Por otro lado, Madison queda perpleja con el hombre alto de ojos azules y cabello negro azabache que camina hacia ella para abrirle la puerta del auto.

—Blake —la hace volver a la realidad—, te ves bien con ese vestido, ya era hora de que te peinaras.

Ella camina entrando al auto.

—Siempre estoy peinada.

—Claro que no, siempre parece que acabas de pelearte con un gato. —Se ríe entrando al auto.

—Es culpa de Cami, ella suele revolverme el cabello. —Contesta sonriendo. Theo inicia el trayecto hasta la mansión Red Valley—. ¿Compraste el anillo? —pregunta cuándo van a mitad de camino.

—No, no hay necesidad. —Le contesta sin apartar la vista del frente.

—Qué problema contigo, nos vamos a comprometer sin anillo —rezonga—, haberme dicho y lo compraba yo.

—Madison, ya —la calla—, déjamelo a mí.

La entrada a Red Valley está rodeada por seguridad que al ver a Madison por la ventanilla del auto se aparta en segundos, Theo se estaciona en el lugar más público y poblado de periodistas y paparazzi.

El primero en bajar es Theo llamando la atención de todos, pero el hecho de que al abrir la puerta del copiloto baje Madison Blake sosteniendo su mano deja a todos boquiabiertos.

Los ignoran por completo centrándose en fingir lo que de ahora en adelante serán para el ojo público y es una pareja.

Él le quita el abrigo dejándolo en el auto y tomándola de la cintura para pegarla a él, así se adentran a los jardines de Red Valley dejando a los invitados con miles de susurros por lo bajo.

Michael Blake parece querer explotar de furia, mientras que Madelaine Blake sonríe disfrutando la escena. Hacen su entrada robando la atención de todos, ambos caminan con la frente en alto, la cabeza levantada, tomados de la mano y siendo lo que son; los dueños de esta fiesta y de este momento.

—No sabía que tus padres vendrían —le comenta Madison a Theo mientras toman asiento—, pensé que como es en mi casa no vendrían.

—Tenían que venir, hay socios importantes aquí y tuvieron que hacer sus diferencias de lado. Yo soy quien no tendría que estar aquí —Theo sonríe con la mirada que le dedica Michael Blake, si alguien ama la adrenalina y no tiene miedo escénico es Theo—. Tengo ganas de saludar a mis suegros.

Se levanta, Madison le sigue la corriente levantándose y abrazándolo por la espalda. Caminan hasta el lugar de Madelaine y Michael Blake.

—Michael. —Theo extiende la mano para saludarlo, Michael lo repara ignorando el saludo y es Madelaine quien le da la mano.

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