Nuestro.

Capítulo 22.

Plan.

Theo.

La llegada a mi departamento se siente vacía y sola, se supone que hoy pasaríamos todo el día acostados juntos y descansando.

No así, no separados...

Algo aún me perturba, si solo estábamos nosotros dos, ¿quién pudo grabar ese audio? Es más que obvio.

Lo que más me duele es que crea que lo que siento por ella es falso y no es así, yo en realidad la quiero y sería capaz de todo por ella.

Dos veces traté de contarle y siempre nos interrumpían, no quería que se enterara así porque sabía que las cosas se saldrían de control.

Me duele que justo, cuando decidí dar el paso y confesarle lo que sentía, él decidió joderlo todo, es un hijo de perra egoísta. Es obvio que mi padre fue quien envió el maldito audio, le arde en el alma que yo quiera estar con Madison. Lo considera una traición.

Pero me importa tres quilos de mierda lo que él piense, la dejaré que salga a flote del maldito hueco donde la metí con mi mentira y haré todo lo que esté a mi alcance por demostrarle que la amo.

Ethan es otro hijo de puta, cree que no sé qué la vive acosando y manipulando para que vuelva con él bajo amenaza.

Y sí, sé que suena hipócrita llamarlo así en estos momentos, pero yo jamás sería capaz de manipularla para que esté conmigo. Es una mujer bastante inteligente y autosuficiente para tomar las decisiones de su vida.

Sé que está en su departamento, desde el estacionamiento se ven las luces encendidas. A pesar de la fuerte lluvia qué hay afuera, me quede ahí viendo si salía y al menos podría verla a la distancia. Terminamos muy mal; ambos llorando, ella molesta y yo con un sentimiento de culpa más grande que el carajo.

El anillo de matrimonio descansa en la palma de mi mano mientras lo observo, es suyo, nadie jamás obtendrá este anillo. Ella es la única a quien le pertenece y no importa si pasan años y estemos con otras personas, mi corazón y amor siempre serán de ella.

Siempre la llevé pendiente aun viviendo en Manchester y ella en Londres, veía sus fotos e historias, obviamente sin hacerme notar. Tiene tantos seguidores que ni se daba cuenta de que veía sus historias.

Parezco acosador, lo sé. Pero no tengo ningún tipo de obsesión rara, solo las veía de vez en cuando para saber qué tal su vida, de pequeños éramos como mejores amigos y su padre jodió todo. Recuerdo como lloro la última vez que salí de su casa, le reprochó a su madre y dijo que quería irse con nosotros. Desde pequeña era mandona.

Cuando llegué aquí y la vi, reavivó todo. Me recibió con molestia y negatividad. Pero luego en el café se disculpó y pude ver a mi Madison, a la Madison que conocí hace años.

A la Madison que acabo de hacer pedazos por imbécil.

Me subo al Lamborghini dejando detrás mi edificio y saliendo de los límites de Kensington, después de una hora y media de trayecto logro ver la mansión Maxwell. Las grandes puertas de hierro se abren dándome paso, salgo del auto rápido por la lluvia. Al entrar mamá intenta saludarme y paso seguido al despacho de Timothée.

La sonrisa sarcástica y la forma de mirarme confirma mis sospechas.

—¿Y bien? —da un trago al vaso de whisky—. ¿Cómo está tu prometida?

—¿Cuál es tu maldito problema? ¿Tanto te cuesta dejarme ser feliz? —pregunto golpeando el escritorio, se levanta mirándome directo a los ojos.

Tiene los ojos cafés oscuros en un perfecto contrasté con el azul de los míos, pero ambos tenemos la misma mirada intimidante y fría.

—¡Te enamoraste y jodiste todo! —grita lanzando al piso el vaso de Whisky que se quiebra en mil pedazos—. ¡Te pedí que le pusieras el maldito micrófono y no lo hiciste, te pedí interrogarla y no lo hiciste, te pedí usarla y no lo hiciste!

—¡No lo hice porque no es un maldito objeto que puedas utilizar en tu plan! ¡Es la mujer que amo te cueste o no aceptarlo! —grito sin bajarle la mirada—. Te pedí de favor no meterte con ella, yo le contaría todo a mi manera y lo jodiste...

—¿Qué planeabas contarle? ¿El plan para acabar con su padre? No seas iluso.

—Sí, porque confío en ella y... —un nudo se forma en mi garganta— ...Ella estaba dispuesta a ayudarnos, me lo dijo cuando escucho el audio... Pero siempre tienes que joder todo lo que tocas, eres como una maldición que se lleva consigo todo lo que le rodea.

—Cuida tus palabras...

—¿Cuido mis palabras? Tú eres igual a Michael Blake, solo que él te dio el golpe a ti primero, o dime, ¿no planeabas destituirlo y quedarte con todo? —guarda silencio—. Ustedes son dos escorias que no hacen más que joder a sus familias, son tal para cual. ¡Deberían agarrarse de la maldita mano, caminar a un puente y lanzarse juntos, así el resto podemos ser felices! ¡Si acepte tu asqueroso trato fue para estar con ella sin tu interferencia y aun así me jodiste, jodiste todo y jodiste a la mujer que amo!

Es lo último que digo antes de salir de la oficina, el portazo resuena en la mansión.

—Theo, ¿qué pasa, cariño? —pobre de mi madre, ella no tiene ni idea de la bestia que tiene de marido, es igual a Madelaine Blake, ambas no pudieron escoger peor pareja.

—Todo está bien, mamá —acuna mi cara entre sus manos, alzándose para donde un beso en la frente—. Solo ve con Thiago, dile que cuando quiera puede irse a vivir conmigo.

Me encantaría sacarlos a ambos de aquí y alejarlos lo más posible de él, es solo un villano escondido tras el papel de víctima.

—¿Por qué dices eso? Esta es nuestra casa, deberías vivir aquí con nosotros, Thiago te extraña y yo igual.

—Mamá, sabes que no tolero a tu esposo. No estoy de ánimos, hablamos luego, ¿vale? —doy un beso en su cabeza, la larga melena pelirroja que Madison tanto desea me recuerda a ella.

«Y mi mayor fantasía era ser pelirroja»

La oración vuelve a mi cabeza, tengo el don de recordar cada palabra importante o insignificante que diga. Aunque para mí todas son relevantes. Me despido de mamá y dejo detrás la mansión volviendo al vacío departamento.

Leo todos sus comentarios y cada uno de ellos me motiva a seguir escribiendo a nuestro pianista y nuestra reina del hielo, gracias💙🎹⛸