Dulce realidad.Madison.
Los llantos de fondo me hacen suspirar. Solo quiero dormir cinco minutos más. Me muevo en la cama y aun esta tibio, pero vacío. Abro los ojos de golpe al notar que mi esposo ya está despierto.
Los llantos cesan y salgo al pasillo, me apoyo en las barandas de la escalera mientras lo veo haciendo circo, maroma y teatro para que los mellizos que están en la alfombra sentados paren de llorar. Sonrío como tonta al ver que estaba por lograrlo, pero luego se alteran volviendo a llorar.
Hoy cumplen dos años, y ya entraron a esa edad donde están rebeldes, incomodos, descubriendo todo lo que los rodea y sus dientecitos están saliendo.
—Vamos a ver, ¿qué es lo que tienen par de terremotos?
Me siento en la alfombra junto a Theo que suspira aliviado al verme.
—Llevo dos horas aquí y no logro descifrar que tienen, cambie sus pañales, les di agua, leche, fruta, jugué, salte, cante y hasta les toque el piano. ¿Qué tienen? —Pregunta ofuscado.
Los llantos aumentan y yo no puedo evitar reír, se ve tan tierno intentando lidiar con nuestro propio par de terremotos.
—¿Probaste con dormirlos?
Me ve indignado.
—¿Parezco tonto?
—Pues... —su indignación aumenta—. Estoy bromeando, a lo mejor están acalorados.
Tomo a Aitara y él a Zaid y me sigue al jardín. Sin importarme nada, ni que estoy en pijama, empiezo a bajar las escaleras para entrar a la piscina. Por ahora solo quiero que mis pequeños dejen de llorar.
Theo hace lo mismo y tras sumergirlos en el agua y el paso de unos pocos minutos sus llantos cesan poco a poco.
—¿Cómo lo haces? Dos años y yo aún no logro comprenderlos del todo.
—No es comprenderlos, es aprender a ser padres y para esto no hay manual o universidad, cometeremos errores, muchos, es cuestión de aprender de ellos.
—Tienes razón. —Sumerge a mi pequeño en el agua y lo saca otra vez, él se ríe a carcajadas tras la acción de su papá. Y Theo le sonríe.
—¿Te arrepientes de haberlos tenido tan jóvenes? —Pregunto y me observa en silencio, y como si tuviera la respuesta en la punta de la lengua, contesta.
—Me hubiese esperado algunos años más, pero ellos ya están aquí y yo los amo desde que me contaste de su existencia. No imagino un futuro o una vida en la que no los tuviéramos con nosotros.
—Estoy de acuerdo.
Sonrío y le doy un beso corto en los labios. Tras jugar un rato con los mellizos salimos a vestirnos.
Hoy es su cumpleaños número dos y decidimos no hacer una fiesta gigante, fue el mayor error cuando cumplieron el primer año. Ellos lo disfrutaron, pero no tanto, fue más una fiesta para los invitados y los medios que para ellos. Así que para el segundo decidimos hacer una fiesta pequeña solo con nuestros familiares y amigos cercanos.
Una hora más tarde estamos desayunando juntos en el comedor, mientras yo doy de comer a Zaid, Theo lo hace con mi pelirroja. Devoran el desayuno como si llevaran años sin comer, y yo debo controlar que no se ahoguen.
No hay cosa más fuerte que un bebé y no lo descubrí hasta ser mamá.
Es más fácil pelear con un elefante que quitarles algo del puño.
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Nuestro.
Romance[LIBRO #1 DE LA SAGA SUEÑOS] [+18] ¿Estarías dispuesto a fingir una relación con el enemigo de tu familia? Madison Blake siempre fue conocida como la abeja reina, la excelencia académica, la chica perfecta, pero nada puede ser tan perfecto, hasta la...