Capítulo 13.

34.4K 2.6K 467
                                    


Ilación.

Madison.

Guardo silencio observando el camino mientras Theo conduce a mi casa, solo llevo puesto una camiseta de él y unas sandalias que me prestaron los vecinos. Todo lo demás se quemó en el incendio.

De mi cabeza no sale el galón que vi.

Se estaciona, pero no pasa las rejas, es mejor así o terminará matándose con mi papá.

—Nos vemos. —Le doy un beso corto en la mejilla antes de salir, aún parece estar en shock, aunque conociéndolo no creo que sea por el departamento, hay algo más.

Ya son las diez, el incendio ocurrió más menos a las seis de la mañana. No pierdo tiempo y voy directo a la oficina de Michael.

No toco, solo entro.

—¿Fuiste tú? —Voy directo al punto llamando su atención.

—¿Fui yo qué?

—Tú provocaste el incendio, ¿no? —Pregunto apoyando mis manos en el escritorio—. Recuerdo tus amenazas.

—No sé de qué me hablas, y si, si fui yo, ¿qué te importa?

—¡Yo estaba ahí! —Le reprocho y se acerca a revisar si estoy bien, pero lo aparto—. ¡¿Querías matarme a mí también de paso?!

—¡Claro que no! —Grita—. ¡Vieron el Bugatti salir, pensé que no estabas ahí!

—¡Yo no estaba en el maldito carro, Camila estaba en él! —Le informo golpeando el escritorio—. ¡Estaba con él cuando trataste de calcinarlo!

—¡Lo sabía, esa Camila es una maldita mala influencia! ¡Tú debiste haberte ido como los demás!

—Esto no se trata de lo que debí o no hacer, se trata de que casi matas calcinado a mi prometido —lo enfrento. Se me forma un nudo en la garganta de solo imaginar que si no me hubiese quedado Theo hoy estuviese muerto—. ¡Y en tu asquerosa vida vuelvas a hablar mal de Camila, porque en este momento ella es más familia para mí que tú!

—¿Si? —Ronda el escritorio quedando frente a mí—. ¿Me das la espalda por una zorra que no vale la pena y el maldito hijo de un ladrón que ya fue acusado de robar dinero de una construcción?

—Acusaciones que falsificaste tú porque no soportaste el hecho de que Timothée Maxwell era, es y será siempre mejor que tú, y aun después de tus hazañas dirige la segunda empresa de arquitectura más cotizada del mundo —me acerco a él con los ojos rojos presos de las lágrimas—. Eres un maldito asesino...

—Claro que no, Maddie... —toma mi cara entre sus manos—. Soy tu padre, hago todo esto para que cuando muera tú vivas como una reina...

Me aparto quitando sus manos de mí.

—¿Mi padre? Tú no eres mi padre. —Retrocedo, sonriendo con tristeza—. Deje de admirarte el día que osaste ponerme un dedo encima y dejaste de ser mi padre cuando Ethan me golpeó y en vez de apoyarme como lo haría cualquier padre... te pusiste de su lado.

—Los Fernsby tienen cosas importantes. No puedo enemistarme con ellos o todo lo que hice estos años se irá a la basura —vuelve a su actitud rígida—. Por eso vas a casarte con Ethan, él está enamorado de ti y no vas a arruinar esta unión por un idiota que conociste hace unos días.

—¿Hace unos días? —Pregunto con una risa de decepción—. ¿Se te olvida que Theo prácticamente vivía en esta casa y fue parte de mi infancia hasta que se te ocurrió incriminar a su padre?

—Olvídate de él, si estás en esta casa y tomaste tus cosas de vuelta me imagino que es porque decidiste o al menos consideraste dejar esa estupidez atrás y volver con Ethan.

Nuestro.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora