Capítulo 36.

31.7K 2.1K 168
                                    


Félagi.

Madison.

1 semana después.

El doctor termina de revisar mis radiografías, mi pierna ya está del todo bien, los moretones desaparecieron por completo, tomo casi tres semanas, pero ya se marcharon de mi piel.

Mi cara luce bien, no quedaron marcas de los golpes gracias a la buena cicatrización y varias cremas que compré. Mis terapias empezaron hace unos días, Theo me acompaña a cada una, ya tuve dos sesiones en esta semana.

Me resulta difícil retomar ese tema en cada sesión, pero es algo que debo hacer para estar bien conmigo misma. Hay marcas que quedarán para siempre en mi piel como un recuerdo, una de ellas es la cicatriz del disparo.

Cuando llegue al hospital mis plaquetas estaban por los suelos debido a que tengo problemas con ellas y no puedo descuidar mi alimentación, durar cinco días sin probar bocado fue casi una muerte segura para mí.

También había perdido mucha sangre entre heridas menores, el disparo y la hemorragia interna que tuve debido a que la costilla fracturada afectó en mi interior. Debido a esto tuve que entrar en un coma inducido por dos días o no soportaría el dolor en todo el cuerpo.

Gracias a Dios, a los doctores, a mis amigos y a mi novio que me sacaron de ahí y cada uno aportó lo suyo, hoy estoy mejor, y viva que es lo más importante.

Sin embargo, aún quedan muchas trabas y asuntos que tratar.

—Todo va muy bien —informa el doctor—. La costilla está sanando por sí misma, recomiendo poner hielo en la zona por las noches, eso aliviará el dolor.

—Muchas gracias —tomo las radiografías levantándome, Theo me imita—. Volveré la próxima semana como me dijo.

—Por supuesto, pasen feliz resto del día —nos da la mano con una sonrisa.

Mi novio toma mi mano y salimos del consultorio, al fin estoy usando mi ropa otra vez y dejé esas sudaderas, ya que la primera semana en el departamento fue un martirio, me dolía hacer movimientos bruscos o suaves, todo me dolía si tenía que ver con mi costilla.

Llevo puesto pantalón de vestir color borgoña, un top negro y un saco del mismo color del pantalón, no puedo utilizar tacones así que me limité a utilizar unos tenis negros. Mi novio, por otro lado, lleva camisa azul oscura, pantalones de vestir negros y tenis negros.

Hoy vamos vestidos así porque debemos ir a la universidad, se supone que la graduación será en un mes y nosotros no hemos asistido en más de un mes.

Supongo que entenderán cuando sepan el por qué, la reunión es a las dos de la tarde y aún es temprano. Theo insistió en que debe mostrarme algo y debíamos salir a tiempo del departamento.

Conduce el nuevo Lamborghini bastante lejos del departamento, podría jurar que estamos casi a las afueras de Londres.

—¿A dónde vamos?

—No comas ansias, solo te pido que no te asustes, ¿ok? —Me mira un instante y entrelaza nuestros dedos.

—Bien. —Oficialmente, estoy asustada.

Conduce unos minutos más y nos detenemos frente a una gran casa, parece una mini mansión llena de lujos y rodeada de hombres muy parecidos a los que estaban custodiando el hospital mientras estuve ahí.

Entramos tomados de la mano y todos se apartan, nadie es capaz de levantar la cabeza para mirarnos, pero tienen pinta de asesinos, muy parecidos a los que estaban con él cuando fue a rescatarme en el intento fallido.

Nuestro.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora