8 - Las órdenes solo en la cama

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Namjoon aplicó la bolsa de hielo sobre su mejilla y lanzó la otra a la persona que estaba en el otro extremo de la cocina, ni siquiera se molestó en mirarlo a la cara, si la atrapaba bueno y si no, también.

—Mira lo que nos hiciste —gruñó Minhyuk.

—¿Yo, pedazo de imbécil? —Respondió volteando bruscamente y dejando la bolsa a un lado—. Estoy harto de ti, te dije que se acabó, no quiero volver a verte.

—¿Sales con alguien más?

—Eso no te importa.

—¿Quién es él?

—Vete de mi casa.

—¿En serio crees que puedes tirar a la basura nuestra relación?

—Tú lo hiciste primero —respondió, mirándolo de frente—. Ya no estoy enamorado de ti, tú te encargaste de matar todo lo que alguna vez pude sentir, ¿en verdad creíste que ibas a doblegarme toda mi vida? ¿Quién mierda crees que soy? Me cansé, Minhyuk, merezco algo mejor que tú.

El chico no habló enseguida, al contrario, bajó la cabeza como si estuviera cediendo por completo, pero Namjoon lo conocía bien, sabía que en él no había arrepentimiento y aunque lo hubiera, entre ellos ya no existía nada que pudiera hacerlos volver a lo que fueron antes de los insultos y los maltratos.

Namjoon lo amó mucho, pensó que había encontrado al hombre perfecto para él, al principio lo cuidaba tanto, buscaba siempre su bienestar, él sentía que era su prioridad, sin embargo, su ex novio empezó a relacionarse con otras amistades, personas que Namjoon no conocía, y comenzó a beber demasiado y también a fumar, aunque eso era lo de menos.

Empezó a ofenderlo por tonterías como, por ejemplo: comprar pan con semillas, o manzanas en lugar de peras. Al principio Namjoon solo guardaba silencio y lo miraba, como si estuviera aceptando ese trato, en parte lo hacía porque en ese momento lo amaba tanto...

Pero todo empezó a salirse de control cuando la violencia verbal se volvió física, le dejaba marcas por sostenerlo de la muñeca con demasiada fuerza y entonces Namjoon empezó a reaccionar, sin embargo, terminaba perdiendo, como si de una guerra de poder se tratase.

Namjoon empezó a rodarle los ojos, empezó a responderle, empezó a reaccionar, francamente se había demorado demasiado en defenderse.

—Lo lamento —dijo por fin—, lamento lo que ocurrió ahora y lamento lo que... lo que hice el viernes en la noche, lamento cómo te traté en los últimos meses.

—No lo lamentas —respondió—, por eso lo vuelves a hacer, acepté lo que acepté el viernes porque Jimin estaba allí y conociendo la escoria que eres, le hubieras hecho daño.

—Sabes que no... sabes que no le haría daño a Jimin ni a Soobin, jamás lo haría, amor...

—Creía que nunca me harías daño a mí —murmuró—, y mira como terminamos, agarrándonos a golpes, no quiero eso, Minhyuk.

—¿Y qué quieres? —Preguntó, dejando caer los hombros—. ¿Quieres que deje de ver a mis amigos? Lo haré, ¿quieres que deje de fumar y beber? Lo haré, ¿quieres que hagamos ese viaje a Jeju que tanto quieres? Lo haremos, pero por favor no... no me dejes, no podemos terminar así.

—Ya lo hice, Minhyuk —respondió Nam apoyando sus manos sobre la mesada—. No me importa con quién te relacionas, ni si te mueres de cirrosis o de cáncer pulmonar, y no te necesito para ir a Jeju —se acercó hasta él, tomó la bolsa de hielo y volvió a alejarse—. No me importa lo que hagas con tu mierda de vida, así que vete.

—Estás saliendo con alguien más.

—Eso no te importa.

—Me importa, porque eres mi novio.

Look at me || KOOKMINWhere stories live. Discover now