Look at me || KOOKMIN

22 - Te lo mereces...

Jungkook tuvo que volver al hotel a las seis de la mañana, no quería despertar a Jimin, pero tampoco quería irse sin despedirse. Es decir, lo había hecho antes, había dormido con chicos y al día siguiente solo se marchaba sin más, pero no iba a hacerle eso a Jimin, porque Jimin no estaba ni cerca de ser uno de esos chicos.

Jimin lo acompañó hasta la puerta, más dormido que despierto y lo abrazó como pudo, rodeando su cintura con sus brazos y apoyando la cabeza contra su hombro.

—¿Kai y sus amigos están bien? —Murmuró, aún contra su cuerpo.

—Sí, se durmieron a las dos de la mañana, así que no despertarán tan pronto, lo bueno es que todos están enteros y no hay una gota de sangre.

Jimin se rio un poco.

—¿Verás a tus padres hoy? —Jimin asintió—. ¿Quieres que venga a verte en la noche? —Volvió a asentir—. De acuerdo, dejaré a los amigos de Kai en sus casas y vendré.

—Te quiero...

—También te quiero...

«»

Llegados a este punto, Jimin no tenía muy claro qué era en la vida de Jungkook. ¿Pareja? No lo eran oficialmente. ¿Amigos? Pues... ese escalón ya había quedado atrás hace bastantes besos. ¿Casi algo? No, Jimin odiaba pensar en ese término, aunque pareciera el más apropiado, ya que llevaban un par de semanas llamándose "casi novio", entre broma y broma. El punto es que, pensar en el obsequio para un "casi novio", lo tenía bastante desconectado del mundo. En una de sus tantas conversaciones de medianoche cada quién en su cama, Jimin le preguntó cuándo era su cumpleaños, en ese momento la fecha no estaba próxima aún, sin embargo, los días habían pasado convirtiéndose en semanas y ahora ya no le quedaba tanto tiempo para conseguir un buen regalo.

No tenía otra opción, así que en uno de sus cambios de clase fue a la sala de profesores, era el único sitio donde podía apostar por mediana privacidad.

—¡Hola, Jimin! —La alegre voz de Taemin sonó del otro lado—. ¿Cómo estás?

—Bien, ¿y tú? ¿Estás muy ocupado?

—Me encontraste atrapado en el tráfico, así que soy todo tuyo —se rio—. ¿Ocurre algo?

—Pues... esto es muy extraño —murmuró el profesor, pasando una de sus manos por su cabello—. Recuerdo que, hace seis años ya tuvimos una conversación parecida.

—Elabora...

—¿Recuerdas cuando te pregunté qué podía regalarle a Jay por su cumpleaños?

—Oh, vaya...

—Sí, bueno... no lo hago con intención, pero al parecer me gustan tus mejores amigos.

—Sí, llevo semanas queriendo sacar ese tema —los dos se rieron—. El cumpleaños de Jungkook es en dos semanas.

—Lo sé, pero él estará de viaje con sus hermanos, así que pensé que sería más fácil... pensar en algo ahora que él no estará cerca.

—¿Y ya pensaste en algo?

—Sí, de hecho —admitió, sintiéndose muy nervioso de pronto—, pero no sé si sea buena idea, por eso necesito tu opinión.

—Dime...

Jimin podía decir con seguridad que conocía a Jungkook más que otras personas, pero de ninguna manera podía decir que lo conocía más que sus amigos y como no tenía forma de contactarse con Seokjin, Hongjoong, Taehyung o Mark, Taemin era la opción perfecta. Pero claro, no podía llevar a cabo ese plan sin la ayuda de todos los mencionados. Y en cuanto Taemin terminó de escuchar su idea y comenzó a pulirla con sugerencias, supo que había hecho bien en recurrir a él.