21 - Un infinito más grande

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—Estoy destruido —Jimin reprodujo el primer audio de Jungkook, por su voz, pensó que se quedaría dormido—. Kai y sus amigos casi acaban conmigo, ¿de dónde sacan tanta energía? Posiblemente de los kilos y kilos de carbohidratos y azucares que comieron en todo el día —Jimin se rio—. Ya están en sus habitaciones, el plan es que se bañen y jueguen videojuegos hasta horas que probablemente sus padres no aprueben mientras comen otra cantidad de porquerías, no entiendo el estómago de los chicos de trece años, ya me siento mal de solo verlos —Jimin volvió a reír—. Me daré un baño aquí en el hotel, Félix, Hyunjin y Changbin vigilarán a los niños mientras.

Jimin se tomó su tiempo para responder, se aseguró de higienizar a Makki, quien luego de sacarle todo el polvillo y la tierra, se dirigió a su cama que estaba en la sala, porque la puerta de la habitación de Jimin estaba cerrada, su amo le puso agua, comida y luego de acariciarla un poco y escucharla comer tranquila, se quedó profundamente dormida, claro, estaba agotadísima la pobre luego de jugar y correr a sus anchas...

—Los trece años... qué edad tan misteriosa, te entran diez kilos de comida y no estás muriéndote de dolor de estómago, ¿sabes? Soobin estuvo un poco así hoy, yo ni siquiera he cenado aún —se rio el profesor en un audio—. Te escuchas muy cansado cariño.

—No estoy tan casado si se trata de ir a verte —respondió enseguida—. ¿Tú estás muy cansado?

Estaba agotado, sí, Jimin sentía que podría dormirse en su sofá, pero prefería abrazar a Jungkook, prefería besarlo, conversar con él un poco. Suspiró, pasando sus manos por su cabello húmedo, acababa de salir de la ducha y no pudo evitar quedarse de pie en el umbral de la puerta, con la toalla atada a su cintura. ¿Qué le había hecho Jungkook? ¿Cómo fue que logró meterse tanto en su vida? Es decir, Jimin adoraba sus horas de sueño, no las cambiaba por nadie, pero merecía la pena soportar un poco más solo por Jungkook.

El baño caliente consiguió despabilarlo un poco, se puso unos shorts y una sudadera, porque a pesar de que el día estuvo lo suficientemente lindo para que pudieran meterse a la piscina, la temperatura empezaba a bajar.

El timbre sonó y Makki no hizo más que levantar la cabeza ante el sonido, estaba muy cansada, sin embargo, su instinto protector se mantuvo alerta hasta que se dio cuenta que se trataba de Jungkook, entonces volvió a agachar la cabeza y cerrar los ojos.

—Hola... —susurró Jimin, rodeándolo con sus brazos—. Hueles a tteokbokki.

—Te traje tteokbokki, cariño —se rio, sujetando su cintura solo con una mano, porque con la otra sujetaba la caja de comida—, supuse que no tendrías ganas de cocinar.

—Supusiste bien —sonrió, tomándolo de la mano libre para meterlo al departamento—, iba a decirte para que pidiéramos algo a domicilio, pero te me adelantaste.

—¿Se te antoja otra cosa? —Preguntó Jungkook, dejando la comida sobre la mesa de apoyo de la sala, entonces sintió cómo Jimin lo abrazaba por la espalda—. ¿Tacos, sushi, hamburguesas, papas, aros de cebolla, pizza todo junto como si tuviéramos trece?

Jimin se carcajeó.

—Todo lo que se me antoja está aquí —murmuró el profesor acariciando el pecho del chico entre sus brazos, con las palmas abiertas, Jungkook se rio, apoyando sus manos sobre las del chico—. Te escuchas muy cansado, cariño.

—Lo estoy —murmuró—, pero quería estar contigo.

Jungkook volteó para poder rodearlo con sus brazos y cargarlo, Jimin soltó un jadeó por la sorpresa, pero enseguida se aferró a él, asegurando sus brazos alrededor de su cuello y sus piernas alrededor de su cintura, aceptando los besos que el más alto dejaba por todo su rostro.

Look at me || KOOKMINWhere stories live. Discover now