46 - Un par de días buenos

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Lo que menos le faltaba a Jimin, eran cuidados. Nunca estaba solo, siempre había alguien dispuesto a pasarle hasta una servilleta de papel y su estado de ánimo iba en aumento. Sus amigos pasaron a verlo, le llevaron distintos tipos de fruta y se quedaron con él mientras Jungkook tomaba una siesta de dos horas, no necesitaba más, además, a Jimin le venía bien la privacidad con los suyos, ponerse al día, conversar.

—Bueno, Yoongi y Hobi ya se fueron —contó entrando a la habitación de Jimin—, Makki ya cenó también y ahora está durmiendo, y Beom ya está en su habitación —sonrió cerrando la puerta detrás de él, Jimin estaba sentado contra la cabecera de su cama, leyendo un libro—. La doctora dijo que ya podías lavarte la cabeza, ¿quieres hacerlo ahora?

—Sí, ¿me ayudarás?

—Por supuesto que sí —sonrió.

Jungkook se dirigió al armario de Jimin para sacar ropa limpia, el invierno ya se estaba sintiendo, por lo que escogió unos pants y una sudadera abrigada, buscó una toalla y llevó una silla de plástico al baño para que el profesor pudiera sentarse allí, porque a pesar de que podía lavarse la cabeza, la herida no debía mojarse, Jungkook lo sabía muy bien. Para él no era un problema lavarle la cabeza a alguien, era el mayor de tres hermanos que cuando jugaban, podían ser muy brutos, así que estaba familiarizado con el lavado de cabeza con suturas, especialmente gracias a Kai, que tuvo tres incidentes parecidos cuando era más pequeño; uno justo en medio de su cabeza, meses después, en la parte trasera y la última, el año pasado, justo encima de su oreja izquierda.

—Te quitaré esto —dijo Jungkook, tomando el dobladillo del suéter de Jimin y este lo detuvo de inmediato—. ¿Qué ocurre?

—invítame a una cita primero —se burló alejándolo solo un poco—. No puedes solo desvestirme y ya, ¿por quién me tomas?

—Ah, claro, tienes razón —respondió, siguiéndole el juego, atrayéndolo a él de nuevo, Jimin se dejó—. De acuerdo, hmmm, ¿qué te parece el martes en la noche? Solos tú y yo, en una cita romántica.

—No lo sé... tengo que revisar mi agenda —dijo ladeando la cabeza como si en serio lo estuviera pensando—. Puede que ya tenga planes.

—Sería una lástima —murmuró, sacándole el suéter en cuanto Jimin levantó los brazos, se aseguró de que la tela no tocara su cabeza—. Podrías tener la mejor cita de tu vida.

—¿En serio? —Sonrió.

—Podría cocinar para ti —continuó, dejando el suéter fuera de su alcance para que no se mojara, ensenguida empezó a desprender sus jeans—, y podríamos beber jugo de uva, porque no puedes beber vino —Jimin se rio, permitiendo que Jungkook terminara de desvestirlo.

Jungkook se quitó la sudadera y los jeans, quedando solo en ropa interior, él iba a bañarse luego, solo, con Jimin en ese estado, lo mejor era que no compartieran ducha, por seguridad y para preservar la sutura seca, el modelo sabía que a Jimin no le gustaba que se quedara en completo silencio por demasiado tiempo cuando estaba desnudo frente a él, por lo que, pasó su mano alrededor de su cuello, sosteniéndolo de la nuca para acercarlo a él y besarlo.

Esperaba que eso sirviera para reemplazar las palabras que no se sentía capaz de decir.

Jungkook era consciente de que Jimin se veía más delgado, sus clavículas se marcaban más que la última vez que lo vio desnudo, su abdomen estaba incluso más plano y lo sintió más pequeño cuando lo estrechó entre sus brazos. Jimin terminó de acercarse a él, completamente rendido ante sus besos y sus caricias, lo había extrañado tanto, que todavía pensaba que era una absurda fantasía creada por su mente para apaciguar el dolor que sentía por no tenerlo junto a él.

Look at me || KOOKMINWhere stories live. Discover now