25 - Existe un historial

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Namjoon se colocó loa pants que, hace una hora atrás, terminó en el suelo de su habitación junto con la ropa de su acompañante. Seokjin siempre le daba la espalda cuando se vestía, así que esta vez no era la excepción. Lo miró de reojo, viendo cómo se abotonaba la camisa, se ajustaba el cinturón y se acomodaba el saco.

—¿Irás al bar con nosotros? —Preguntó el abogado mirando la hora en su celular—, me queda una hora antes de que destruyan mi celular con llamadas y mensajes.

—No —respondió yendo a su escritorio, Seokjin le escribió cuando él se encontraba en medio de una sesión de corrección de deberes—, tengo cosas que hacer.

—¿Un sábado? Deberías divertirte un poco.

—Lo acabo de hacer —se encogió de hombros bebiendo el café que tenía a mano, ya estaba frio—. Soobin se quedará en casa de un amigo, puedes salir tranquilo.

Seokjin miró a Namjoon, su torso estaba desnudo y por mucho que quisiera concentrarse, no podía hacerlo. El profesor era tan sexy, pensó que él no tuvo ningún profesor así cuando era estudiante, siempre eran viejos o casados.

—¿Seguro que tienes que hacer esto hoy? —Preguntó Seokjin acercándose, Namjoon contuvo la respiración un poco, no toleraba cuando se acercaba de esa manera, con pasos lentos, sonriendo de lado, entrecerrando sus ojos, se sentía muy débil—. Ya sé que eres el profesor favorito de todos tus alumnos, se ve que eres dedicado, pero es sábado... ¿no podrías hacer una excepción?

—No tengo ganas de salir —dijo, poniendo demasiado esfuerzo en no derretirse por la cercanía del abogado—. Será en otro momento.

—Entonces quedémonos aquí —murmuró—, dijiste que Soobin no regresará esta noche, hay que seguir divirtiéndonos solo nosotros.

Seokjin volvió a quitarse el saco que se puso segundos atrás.

Namjoon tragó con fuerza, ver cómo Seokjin se desvestía le gustaba tanto como desvestirlo él mismo.

—Démonos un baño juntos —susurró desprendiendo los botones de su camisa—, ¿qué dices?

Namjoon cerró los ojos en cuanto sintió los labios de Seokjin recorrer su mejilla, bajando con delicadeza por su cuello, se sentía muy bien, se sentía mejor de lo que podía soportar y precisamente porque no lo soportaba, lo sujetó de los brazos para alejarlo.

—No, tengo trabajo —dijo, Seokjin parpadeó—, encontrarás con quien divertirte, estoy seguro —Namjoon se alejó dirigiéndose al baño de su habitación—, cierra al salir, por favor, pásala bien, adiós.

—Adiós...

Seokjin no se movió de inmediato, le tomó varios segundos reaccionar. Sentía mucho calor, sus manos sudaban y temblaban, su pulso era irregular, quería salir corriendo de allí. ¿Por qué? Namjoon no hizo nada malo, tuvieron sexo, acabaron y... listo, ¿no? Llevaban en ese juego tres meses, fue lo que acordaron. ¿Por qué entonces sentía esa molestia en el pecho?

Namjoon no salió del baño hasta cuarenta minutos después. Durante todo ese tiempo estuvo recostado contra la pared de azulejos fría, pensando en que era un imbécil, reclamándose, regañándose porque él no aprendía la lección. ¿Por qué siempre terminaba enamorado de un imbécil?

Bien, Seokjin no era un imbécil. Seokjin sabía lo que quería de él, fue claro y directo desde el principio, no jugó con sus sentimientos porque, para empezar, no había sentimientos de por medio, ¿cierto?

Cualquiera diría que Namjoon solo estaba superando a su ex. ¿Eso era verdad? ¿Había algo que superar? Pasaron varios meses desde la ruptura y si bien, el chico lo siguió buscando un par de semanas después de su casi enfrentamiento con Seokjin, eventualmente lo dejó en paz. Ya no tenía lugar en la vida de Namjoon y él se aseguró de que lo notara.

Look at me || KOOKMINWhere stories live. Discover now