Look at me || KOOKMIN

53 - Las guitarras son mejores que las chaquetas

Era la primera vez que Jimin caminaba por la universidad con otro perro que no fuera Makki, tenía que enseñarle todo desde cero a Dudu, pero eso estaba bien, como todo perro guía, era super inteligente y aprendía todo muy rápido. A Jimin le pesaba un poco lo bien que se adaptaron al otro, Dudu parecía comprenderlo y eso le gustaba, pensó que su mano temblaría más al sostener el arnés, pero nada de eso ocurrió, se sentía cómodo y seguro caminando con su nuevo compañero, aunque debía admitir que era incómodo que tantas personas lo miraran y hablaran mientras caminaba. Todos ya se habían acostumbrado a Makki, así que ver a Dudu era nuevo y sobre todo, generaba un montón de preguntas, Jimin le había pedido a San que no mencionara lo ocurrido con Makki y él le prometió que guardaría silencio y que no hablaría de lo ocurrido ese día, sin embargo, él cumplió su promesa, sin embargo, había muchos rumores y versiones por ahí.

Y anque su pulso estuvo bien mientras sostenía el arnés y la mano no le tembló, no pudo decir lo mismo de su voz. Jimin tuvo que respirar profundo un par de veces, antes de ponerse de pie y hablar frente a los estudiantes, estaba nervioso...

Sus alumnos en cambio estaban muy emocionados de verlo, lo echaron mucho de menos y Jimin extrañaba estar en un salón de clases, sin embargo, era un poco intimidante ahora.

Su vida en general, era bastante más pública que antes y, el hecho de que Changbin estuviera con él todo el día siguiéndolo a todas partes y cuidándolo, no ayudaba demasiado.

El guardaespaldas se sentó en una silla que Jimin le sedió y miró a la clase, porque todos lo estaban mirando también.

Sí, era un poco incómodo para todos.

—Hagan como que no lo ven —dijo Jimin al sentir el silencio—. Como yo...

Jimin se relajó al escuchar las risas de sus alumnos, ellos disfrutaban cuando su profesor hacía esos chistes que, ciertamente solo eran graciosos si él los hacía.

—¿No me traes un café a mí? —Preguntó Yunho a Changbin, cuando este le entregó a Jimin un café caliente, estaban en el patio de la universidad, a pesar de que hacía frío, Changbin lo miró con los ojos entrecerrados—. Ay, bueno, no... ¿Cómo se llevan en clase? Escuché a algunas de tus alumnas decir que es sexy.

—Sigo aquí, Yunho —murmuró Changbin, sentándose en la banca al lado de Jimin.

—Sí, pero tú me dijiste que actúe como si no estuvieras —le recordó—. Oye, no salgas con las alumnas, eso sería raro.

—Déjalo tranquilo —dijo Jimin riéndose—. ¿Cómo estás tú? No me respondiste los mensajes ayer en la noche.

—Hmmm, no tenía ganas de hablar, Mingi y yo hemos discutido mucho últimamente —murmuró, luego miró a Changbin.

—Como si no estuviera —dijo levantando las manos, haciendo que Yunho rodara los ojos.

—¿Qué ocurre?

—Yo... en realidad no lo sé, él solo ha actuado extraño, está con el celular todo el tiempo y llega muy tarde del trabajo, casi no hemos dormido juntos en las últimas semanas.

—Ah... —Jimin le dio unos tragos a su café.

No quería decir ninguna tontería porque... serían tonterías, Mingi jamás... él no lastimaría a Yunho de ninguna manera, lo amaba completamente, estaba seguro de eso.

—Tal vez solo tiene mucho trabajo, sabes que es muy entregado en lo que hace, los músicos somos así —intentó animarlo—. ¿Harán algo hoy?

—No, le dije que viniera a casa, que prepararía su comida favorita, pero dijo que tenía una reunión importante, así que no lo veré.