Capítulo N° 52

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Sentados en las banquetas altas de la isla mientras desayunaban, Erica y el Loco armaban una lista con detalles necesarios a resolver en esos días, tanto para pelear contra Gretchen como para su boda.

—Hay algo que no pensamos —dijo Erica con un suspiro.

—¿Qué cosa?

—¿Quién va a cuidar de Jack hoy en la noche? Todos vamos a estar fuera de casa, no podemos dejar a Jack solo con Hund.

Él se quedó en silencio un instante mientras se refregaba la cabeza, donde se notaba su cabello ya más largo y crecido en un tono castaño claro, lo suficiente largo para poder moverlo hacia atrás.

—Me olvidé de ese detalle —suspiró—. Veré si consigo niñera.

—Si dejás a Jackie con un asesino y le pasa algo, no solo no va a haber boda, sino que te voy a matar —gruñó Erica con molestia.

Él sonrió para luego hacerle una caricia en el rostro.

—Está bien, señora mamá de Jackie —dijo con una risita.

—Señorita mamá de Jackie.

El Loco se rió y le dio un beso en los labios, para después concentrarse en su teléfono y ver si conseguía una niñera para ese mismo día, algo complicado. Luego de un buen rato buscando en una aplicación, sabiendo que tendría que investigarlas a todas, dejó ir un suspiro y miró a Erica.

—¿Será que tu amiga vecina podrá ayudarnos? —dijo al verla fijo—. La investigué no bien la conocimos, a ella y su familia, son civiles comunes, una familia normal y amorosa según pude ver.

—No lo sé, ya es una mujer grande como para estar toda la noche cuidando de un bebé...

—Preguntale, vamos a pagarle obviamente —insistió él y con un movimiento de barbilla le indicó a Erica que le escribiera—. Preguntale, y de paso invitala al civil.

Con un suspiro ella tomó el teléfono en su mano para poder escribirle a doña Lara, la realidad era que no deseaba molestarla ni abusar de su bondad, pues entendía que era una mujer ocupada y con sus propios problemas. Lara tardó un rato en responder, dijo no tener problema en cuidar de Jack y aseguró que iría a verlos al civil junto a su esposo, aunque sin los hijos.

—Pregunta si viene ella a casa o si le daremos a Jackie para que lo tenga —repitió Erica mirando al Loco.

—¿Qué preferís vos? No quiero elegir la opción equivocada y que intentes matarme —bromeó.

—El problema es que tenemos armas y a Hund —dijo Erica con un suspiro—. Lo mejor va a ser que se lo demos, podemos retirarlo al regresar de la despedida.

—Me parece bien.

Erica le respondió a la señora, aclarando que le pagarían muy bien por el cuidado, sin embargo cuando dijo cuánto pensaban pagarle doña Lara la regañó por ser demasiado.

—Bueno, con eso ya listo podemos prepararnos para salir —dijo Erica con una sonrisa, pero luego se puso seria—. Ahora a lo importante: las reglas.

—¿Reglas?

—Para la despedida, pongamos reglas y evitemos discusiones mañana, ¿sí? —explicó Erica y él asintió con una sonrisa.

—¿Qué regla querés poner? No voy a acostarme con nadie si es lo que estás pensando que haré...

—Besos está permitido —dijo y se rió al ver la sorpresa en el rostro del Loco.

—Sabés que no me gusta el contacto labial y que solo lo hago con vos —dijo con una risita.

—También sé que te gusta Lucas y te morís de ganas de comerle la boca —agregó Erica con una sonrisa pícara—. Podés hacerlo si es que él quiere también.

Mörder [ COMPLETA ]Where stories live. Discover now