EXTRA: El trato | parte 4

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Para no perder su estado físico, Erica había vuelto a tomar su proteína y hacer sus ejercicios diarios. Vanyusha la había autorizado a utilizar el gimnasio de la residencia, por lo que ella se encontraba levantando pesas mientras que su maestro la vigilaba de cerca.

Los miembros de los Capa Roja que estaban por allí la miraban con admiración cada vez que Erica sumaba más peso, pero ninguno se atrevía a mirarla directo, pues sabían que su jefe podría matarlos solo por fijar su vista en una mujer que a él le interesaba.

Cada día Erica recibía un obsequio por parte de Vanyusha, ramos mucho más grandes, joyas más brillantes, carteras y bolsos de diseñador, incluso, tal y como Fosa había predicho, le había ofrecido un auto de alta gama. Erica rechazó cada uno de sus regalos, aunque con sonrisas coquetas y ronroneos sexys al hablarle.

El jefe de los Capa Roja había acudido ese día al gimnasio para verla entrenar, con mucho interés por verla levantar pesas. Más admirado quedó al verla hacer dominadas en la barra con una habilidad que avergonzaría al mejor de los Capa Roja.

Envió, como prueba, a Misha para ver cuál de los dos era más fuerte. Misha entonces se colocó junto a Erica para hacer dominadas también, y Vanyusha sonrió con orgullo e interés al ver que tenían el mismo nivel. Sin embargo Erica estaba más cansada, por lo que se bajó de la barra antes que él.

—Bombita —dijo Fosa de repente al ponerse de pie.

Erica lo miró con sorpresa pero disimuló su gesto al instante para no llamar la atención de Vanyusha. Fosa la tomó del brazo y le susurró al oído:

—Hay que irnos ya.

—¿Pasó algo?

—Te explicaré en el camino.

Erica asintió algo preocupada y salió del gimnasio luego de asentir con respeto hacia Vanyusha, aunque movió su coleta alta al caminar contoneando sus caderas. No dejaba de actuar de forma seductora en ningún momento, ni siquiera al entrenar, porque necesitaba que el ruso continuara interesado.

No hablaron durante el camino hacia la habitación, pero Fosa la hizo meterse a la ducha para bañarse mientras que él preparaba las armas y se aseguraba de que el bloqueador de frecuencias estuviera funcionando.

—Oksana se está moviendo, va a huir a Siberia —le dijo mientras preparaba su rifle—. La perderemos en Siberia, no estás entrenada para ese clima.

—Pero es primavera, ¿qué tanto frío podría hacer? —dijo Erica desde la ducha.

—¿De día? Cálido, entre once grados bajo cero a nueve grados, ¿de noche? Hasta veinticinco grados bajo cero —explicó con un siseo—. Si te soy sincero ni siquiera sé si yo podría trabajar a esa temperatura, he hecho misiones en todo el mundo pero ella fue entrenada en Siberia en pleno invierno. Nos destruirá allí, hay que evitar que huya.

Erica tragó saliva e intentó respirar hondo para no ponerse más nerviosa de lo que ya estaba. Se apresuró a salir del baño envuelta en una toalla, y descubrió que Fosa ya había preparado la ropa de ella mientras se cambiaba también.

—Le pedí una moto a Vanya, está disponible para mí —dijo Erica mientras se vestía a gran velocidad con ropa táctica—. También tenemos la camioneta que vos querías.

—Perfecto.

Ambos comenzaron a colocarse los arneses, los de Erica con cuchillos en piernas y torso, aunque también una pistola. En el caso de Fosa solo armas de fuego y un cuchillo, pero tomó también su rifle en un estuche y su máscara que llevaba en la mano.

Cuando bajaron al estacionamiento, con sus rostros serios, descubrieron que allí los esperaba Vanyusha con las llaves de la camioneta y la motocicleta para Erica. Él estaba serio, con un gesto sombrío.

Mörder [ COMPLETA ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora